martes, octubre 30, 2007

¿DONDE SE FUE LA FIESTA?

Este post no es un mea culpa, tampoco una manera de remediar lo que no he podido hacer los dias previos; es solo una manera de hacer llegar ideas que pasan por mi cabeza en estos momentos.

¿Pero que tanto me ha pasado?, me pregunto y yo mismo me respondo:
Pues mucho realmente; aunque nada tan trascendental que me diferencie de esta loca vorágine que es la vida común y silvestre.
Ya estoy trabajando como dios manda, ganándome los chivilines con el sudor de mi frente, a cambio de TODO mi tiempo libre, y no me queda para hacer más nada. Mis amigos de toda la vida me exigen que no los descuide, un par de prospectos de amantes me piden que les regale un poco más de mí (no digamos que parte), en casa, suspiran con alivio y comentan a mis espaldas: "por fin a madurado". ¿Madurado yo... el eterno adolescente? Quien sabe, solo me estoy dejando llevar por mi actual situación y veremos como me trata.

En otros aspectos, mi tesis de pre-grado ya ha sido culminada, me preparo para la sustentacion con mucha espectativa, mas de la que jamas me hubiera imaginado. Estoy de vuelta en la ciudad, con un empleo casi-casi de oficina (no lo es realmente) y soy la envidia de mis colegas de promoción quienes han sido desperdigados a lo largo y ancho del pais para encontrar un empleo que los satisfaga, pero así de irónica es la vida. Tanto que nos premia sin merecerlo, a mí me va a conceder el sueño de ver a una de mis cantantes favoritas (aquella de apellido impronunciable y voz de elfo) en concierto pese a que al inicio no me tragué el cuento, en tanto ahora ando orondo por las calles sabiendo que mi entrada descansa a salvaguarda de mi mesa de noche; aún no sé si cumpliré mi parte del trato y asitir calato, pero quien sabe ya que los astros parecen estar confabulando desde lo alto.

Las cosas parecen estar encomtrando su caudal y ya no me siento tan atormentado por los paradigmas de la vida, habiendo suprimido un tanto de mi idealismo por mucha realidad, hasta encontrar un balance natural. Quien sabe, quizás esa era la manera de encontrar cierta tranquilidad emocional, sin turbarme ni engañarme sólo dejándome llevar.
En todo caso, lo que no estoy dispuesto a sacrificar es mi esencia natural, aquella dosis alborotada, algo superficial, que no calla nada y siempre a punto de la carcajada jodida, que mimetizo perfectamente con inocencia provinciana en esta vida citadina. Y es que asi soy yo...

Lo que se viene no lo sé, y es imposible de predecir. Me gustaría decir que seguiré escribiendo y retomando las visitas a sus respectivos espacios, en franca retribución a tanto tiempo ofrecido a este humilde rincón. No pasa por mi cabeza que este sea el fin de mi blog, pues no es así como lo tenía pensado. Un espacio que he ido cebando con esfuerzo y mucha dedicación, siempre de buena gana y mejor humor. Lo que si me queda del todo claro, es que tengo que adaptarme y sacarle el mejor provecho al tiempo castigador, quizás me esta costando un poco pero no tengan la duda de que persistiré en este afán de mantener este espacio que quiero tanto y me llena de orgullo. Los lectores son en gran medida responsables de que ese sentimiento sea la evidencia de que hice las cosas bien al atreverme y tratar de ser constante con un pasatiempo que quisiera convertir en oficio. Por eso es que cuesta mucho dejar al olvido tantas palabras escritas con tezón, quizás sin mucha originalidad pero siempre hice el mejor esfuerzo.

Finalmente, les incito a seguir, a continuar, a no sejarse llevar, a robarle tiempo al tiempo y demostrar su pericia por este medio virtual. Ya que es una noble manera de inmortalidad. ¿Y dónde se fué la fiesta? A ningún lado, sigue ahí... ahora la estoy disfrutando.
Ninja!