miércoles, agosto 29, 2007

CAMBIOS FORZADOS Y DIFORZADOS

Que mala suerte la de estos días. Se suponía que mañana se oficiaría el baby-shower de mi sobrina la no-nata, asi que los miembros femeninos de la familia estaban con las hormonas más que alboratadas, ustedes saben, los tés de tías son uno de esos eventos con los que ocupan su tiempo las "maduritas" y una que otra chibola sin vida social. En cambio, para los varones desterrados de esos nobles menesteres existía también la promesa de un brindis de rigor, para celebrar la llegada de esta nueva personita con el orgulloso padre (el Barto).
Lamentablemente, una nube gris andaba merodeando esta temporada. La abuela de la próxima mamá no se encuentra muy bien, nada bien en realidad; una enfermedad en fase terminal eclipsará su vida en las próximas horas y como es de esperarse, su familia de lo que menos ganas tiene es de celebrar.
Con ese panorama nada alentador se ha cancelado provisionalmente (aunque puede ser definitivo) la bienvenida a mi sobrina y por lo que me cuentan, viene siendo un verdadero dolor de cabeza avisar convenientemente a las personas invitadas, cancelar la recepción en el local donde había sido programado, el servicio de buffet y las demás chucherías que suelen engalanar una concentración de este tipo. Yo no tengo vela en este entierro, así que casi ni me doy por enterado. El pomposo obsequio que había adquirido como tío primerizo llegará a su destino sin tanta alharaca, prefiero olvidar los percances de novato en los que me ví involucrado para su adquisición (imaginen la escena: Yo perdido en "Mundo Bebé", mismo pollito en la Vía Expresa); y no sólo eso, luego de porfiarle (casi a niveles del arrastre) a mi mejor amiga (la Sisó) para que se venga desde Piura y me ayude con semejante misión -además ella también estaba invitada- me costó mas de una puteada de su parte: al día siguiente de su llegada se produjo el temblor aquel y ella me odió por exponerla al susto de su vida (días después huyó despavorida de regreso hasta el cálido norte) y dada la actual situación, me ha comentado vía e-mail que a pesar que se ha cancelado el evento igual vendrá a Lima, aprovechando su estadía para pasarla con su familia.
Por su parte, mi hermano esta turulato (más todavía) entre el trabajo y acompañar a su flaca en estos difíciles momentos, y es que la matriarca de esta familia es más que querida y bueno, ustedes saben que es muy complicado desprenderse de alguien en esas circunstancias. Además aún no terminan de acondicionar el dormitorio que terminará ocupando Baby Miss Sunshine a pesar que le dedica mucho de su tiempo (y su dinero) para que no falte ningún detalle y todo quede a punto. Decorador de medio tiempo había resultado el muchacho, quién lo hubiera pensado.
Esta nueva mini familia esta armando su nidito en lo que era mi casa, o sea, en San Borja y nunca me hubiera imaginado que el que saldría de allí sería yo. ¿Como dice que dijo? Efectivamente, aunque pensandolo bien, con una sutileza que espanta he sido casi desalojado de mi hogar, dulce hogar. Como que aprovecharon el pánico (y el momento) en que yo zafé a Chaclacayo para empezar a instalarse como es debido; yo no me inmuto ante estas situaciones pero siempre pensé que el saldría primero de esa casa sería mi hermano (dada su veteranía, ustedes me entienden), pero ya ven como son las cosas de informales en mi familia. Literalmente no me he (ni me han) mudado de casa, solo he venido sacando un poco de ropa, mis cachibaches de la universidad que me son útiles en este momento y algo de comestibles de cuando en cuando. Aún mantendré mi dormitorio casi virginal pero haciendo memoria entro en cuenta que lo que se ha producido es un intercambio conmutativo de espacios, en donde los solteros siempre mal parados, me explico: Cuando todos eramos solteros en casa, vivíamos en San Borja, la casa de Surco estaba alquilada y la de Chaclacayo servía de refugio de fin de semana para los afanes de mi viejo. Cuando este se puso afanoso con Sabrina Love, al toque se mudó el muy mosca para la casa de Surco y estableció ahí su nidito carroñero (sorry viejo). Cuando mi hermano andaba de afanes con su flaca todo siguió igual, era él quien andaba de mascota en casa de ella oliendole el trasero en sus ratos libres; yo solterito feliz, solito me jaraneaba (esto sonó feo y no es lo que estan pensando). Era lógico imaginar que cuando mi brother decidiera establecerse se buscaría su propio refugio, pero el muy canalla se fué por lo más fácil.
Ahora yo, que por motivos académicos me ví en la imperiosa necesidad de mudarme amedia caña hasta Chaclacayo, era al menos lo que pensaba yo. Pues una vez que acabe mi tesis (o que me la choteen, lo que venga primero) pensaba regresar a casa como si nada. Pero ya ven que en algo de tres meses es tiempo suficiente para cambiar el panorama de las cosas, y ahora... ¿yo que me hago por allá dejando a mi Lima querida, viuda y desconsolada?
Al igual que Carrie Bradshaw (ironías aparte), esa noche me puse a pensar acerca de las relaciones y me ha dejado la sensación de que para ser tomado en serio debes tener una pareja estable al lado, que soltero tu opinión vale muy poco. Es válido y comprensible que el Barto se la juegue por su núbil familia, aunque me debió haber consultado, creo yo. Claro que a mí nadie me ha echado de ningún lugar; es más, supongo que pensaran que seguiré durmiendo religiosamente en la casa de San Borja los fines de semana luego de que haya nacido mi sobrina pero ese detalle es algo que no pasa por mi cabeza. Creo que es buen momento para replantearme las cosas, dado mi situción actual y sacarle el mejor partido a lo que decida. Total, no soy ningún chiquillo (aunque confieso sonrojado que luego del temblor pasé las siguientes cuatro noches en mi casa de San Borja a buen recaudo, porque literalmente no quería estar solo y desterrado en Chaclacayo).
Creo que ha llegado el momento de pensar más en mí, ya que todos en mi casa ahora estan en lo suyo. Siento que tengo luz verde para hacer con mi vida lo que se me ocurra en mi puta mente, pero eso va a ser díficil; ya que estoy acostumbrado a vivir el día a día y no soy de hacer planes a largo plazo porque sencillamente estos nunca se cumplen como uno espera. Barajando las ideas, empieza a tener más sentido una opción que tenía para mí pero que tampoco me quita el sueño, al menos ya lo había conversado anticipadamente con la familia (y aprendan de ello, necios). Ya veré que hago en el futuro, mientras eso llega seguiré como si nada viviendo mis días rodeado de los bichos de cuatro patas y el cálido sol serrano. Pero a futuro cercano no me veo achicharrado por el eterno sol de Chaclacayo y es que yo, no se como decirlo... ¡odio el sol!

sábado, agosto 25, 2007

UN POCO DE HUMOR

Como no tengo nada preparado para postear, les dejo con una exquisita selección de videos para cagarse de risa.
El hombre Araña:



Brokeback Mountain:



Star Wars:





jueves, agosto 16, 2007

CON EL NUDO EN LA GARGANTA

Por razones que ya todos conocemos quiero hacer llegar mi pesar por lo vivido desde el día de ayer. Por aquellos que perdieron la vida, aquellos que perdieron a algún ser querido, aquellos que perdieron su hogar y aquellos que lo perdieron todo.
Ademas insto a mis compatriotas a donar sangre y hacer llegar ayuda material que ya se esta recolectando en muchos puntos de la ciudad, y fuera de ella.
Y para los demás que solo nos hemos pegado el susto de nuestras vidas (como en caso de mi generación el primer terremoto que hemos vivido), a poner nuestro granito de arena y ayudar como se pueda a nuestros hermanos de las ciudades de Pisco, Ica, Chincha, Cañete, entre otras. Para que el sol vuelva a brillar en esas hermosas tierras. ¡Debemos estar unidos, fuerza!

martes, agosto 14, 2007

TODOS LOS PERRITOS VAN AL CIELO

En mi condición de animal urbano (homo sapiens domesticus) empiezo a hacer este post camuflado con un mea culpa: Papi Dios (yo que no creo nadita en ti), he pecado de palabra, obra y omisión. Ya lo debes saber, tú que eres todo un voyeur y todo lo sapeas desde arriba, cual Big Brother moderno (Pau... ¡Gran Hermano te nomina!), pero es mi deber informar a la blogo audiencia (tan escasa en estos días) a través de este post, a la vez que me redimo de la culpa y voy en busca de la absolución propia. Como siempre, y para no perder la costumbre empiezo a cotillear desde el inicio.

Cuando yo nací... bromeo.
Uno de los motivos que me están manteniendo ausente del panorama bloggeriano constante es que he empezado hace un par de meses mi proyecto de tesis (que espero ya sea el definitivo, pues a la tercera va la vencida), el mismo que vengo realizando para una granja particular en la ciudad de Chosica. Hasta ahí todo bien.
Por cuestiones de practicidad me ví obligado a mudarme con mis chivas hasta Chaclacayo donde tenemos una casita que era ocupada únicamente los fines de semana como un refugio para el amor por los tórtolos enamorados que conforman mi familia; pero desde hace un par de semanas yo le doy mejor uso pues era realmente un martirio pretender hacerlo todo yendo y viniendo a Lima cada día (con la perdida de tiempo horas/hombre tras el volante), como en un inicio era mi ingenua intención. Además de eso disfruto un poco del solcito serrano que asoma ininterrumpidamente por esos lares (permítase la sana envidia estimado lector).

Aún así, mi alma citadina no me permite cortar vínculos con la ciudad de Lima (en otras palabras: la familia y los amigos), por lo que religiosamente debo estar por acá dando lata. Eso se traduce en emocionantes mini viajes a la ciudad a bordo de mi chachi car en la siempre prolija Carretera Central (risas grabadas), misma road movie: mis bucles al viento (exagero porque no tengo ni bucles ni mucho cabello ya que mi corte “me voy a la mili” no lo permite) y la música vigorosa como única compañera.
Bajo estas circunstancias es que se ha producido la desgracia que ahora paso a relatar (se ha dado cuenta, un flashback dentro de otro, doble efecto, manyas):

El día de hoy en horas mas tempraneras me tome la licencia de la granja por motivos personales (la “rojita maggi” de Nuria llegó a Lima hoy, o sea, feriado no laborable y motivo del próximo post. Hay que ir a buscarla como es debido, usted me entiende). Es por ello, que como buen perucho impuntual pretendí “recuperar” el tiempo perdido acelerando un poco más de lo habitual a mi regreso por la super autopista que es la Carretera Central (más risas grabadas), cosa que nunca hago señor oficial que patrulla las carreteras y que en sus ratos libres, gusta de leer blogs.
Es así que en las inmediaciones de Santa Clara mientras pretendía adelantar a un camión de esos que van a 30km/h y aletargan todo el tráfico de la hora punta, cuando casi ya había logrado mi maquiavélico aunque comprensible cometido, es que el orate conductor del mencionado camión me mete un bocinazo de esos como si fuera chofer de combi y como si yo lo estuviera ahora frenando en su marcha por la mencionada vía (mantenga su derecha y no me joda). Es ahí cuando escudado en mi posición le hecho una mirada de desprecio (a través del espejo retrovisor) con gruñido incluido –grrrrrggr ggr (que te den por culo en idioma perruno)-, cuando el mentadísimo sujeto me revienta nuevamente la bocina como medio minuto opacando no solo las groserías que ya derramaba a diestra y siniestra, sino que también la música y todo lo que estaba pasando por mi cabeza.
Es en ese momento que se me cruza lo que en un inició pensé era una “bolsa roja” (tipo supermercado), pero cuando lo tuve en primer plano compruebo con desgracia que era un perro enchaquetado (o sea, con su chalequito rojo) y ya era demasiado tarde para ambos. ¡Plopelk plt! Mientras empecé a maniobrar sentí el desnivel en el eje delantero y por un instante pensé que había podido esquivarle pero cagaus, pues inmediatamente después de eso sentí el desnivel en el eje posterior.
Acto reflejo, mire por el retrovisor a ver que aparecía de ese extremo y solo alcance a ver a la “bolsa roja” inmóvil que desaparecía bajo la carrocería del camión. Pase saliva, glup, glup.

Dicen que nadie muere en la víspera, pero lo que no dicen es que eso no te hace sentir nadita mejor que antes. Pues créanlo o no, no recuerdo haber atropellado nunca a un perro, gato, paloma, ni nada que se me cruce cuando voy tras el volante. Y se siente muy mal. Pensando acerca de eso, creo que es un sentimiento un tanto hipócrita, pero aún así eso tampoco consuela nada. Me explico, corre tercer flashback:

Como parte de mi currícula académica, para los cursos de anatomía, fisiología y patología; era necesario para las clases de laboratorio un espécimen dispuesto al sacrificio en nombre de la ciencia (manera elegante que pretende sintetizar bizarros ejercicios): Una semana podía ser un perro, otra un cuy, quizás la siguiente un pollo; el objetivo era realizarle la necropcia respectiva o ver el funcionamiento in situ de determinados órganos.
Lo que pocos cuentan, es que generalmente la muestra animal nadie la quiere ofrecer pues es evidente que nadie quiere sacrificar a su mascota. Una de las bromas entre los colegas cuando cursaba patología (en la que expresamente se solicita un “animal enfermo” para hacerle la historia clínica y la necropcia) decía que lo importante era conseguir a un animal a como de lugar, ya uno se encargaba de enfermarlo antes del laboratorio y así justificar su sacrificio. Es más, en los alrededores de la universidad, los vecinos conocen muy bien que a los perros vagabundos “se los llevan” para sacrificarlos en las canteras universitarias, por lo que es muy curioso comprobar que la mayoría de perros (vagabundos incluidos) posee al menos una cadena, una chaqueta, algo, que certifique que alguien se preocupa por él, aunque esto no sea así en realidad, lo hacen para evitar que termine en las garras de los inescrupulosos estudiantes.
Pero aún así esto no hace que sea una práctica irreprobable.

No me creerían las cantidades de anécdotas, algunas realmente crudas que no pienso compartir pero que han dado vuelta en mi cabeza el día de hoy por lo ocurrido por el perro aquel que terminó encontrando oscuro final bajo los neumáticos de mi chachi car. Y es que es difícil justificar con objetividad lo que ha ocurrido, por una parte maté a un perrito que era la mascota o el compañero de alguien que de seguro le va extrañar, y por otro lado, en los últimos años he venido matando perros de manera sistemática en nombre de mi formación profesional. ¿Acaso lo perritos sacrificados en el laboratorio tienen más valor que aquellos que mueren cada día por culpa de nuestra imprudencia? No lo creo, y no me hubiera puesto a pensar en esto de no haber ocurrido lo que pasó.

El año pasado hubo una protesta aislada en la universidad, convocada por una asociación que defiende los derechos de los animales, en la cual se pretendió ponerle voz a aquellos que no pueden manifestarse, yo no participé ni a favor ni en contra. No podía, eso hubiera sido más hipócrita aún.
Dicen, no se que tan cierto sea esto. Que existen maniquíes tan sofisticados cuya función es la de educar, me parece perfecto e ideal para ciertos cursos pero para otros no me parece practico, sobretodo cuando se hace un estudio clínico y patológico, con seguimiento y evaluación del progreso hasta el sacrificio. Supongo que es demasiado pedir para las universidades de este lado del mundo y con tanto perro vagabundo, se piensa que el material de estudio se tiene a libre disposición para ser usado. Seguiré teniendo mis dudas y aunque sé que ya no seguiré sacrificando animales a nombre de ningún curso de universidad, pero otros lo seguirán haciendo, al igual que muchos otros perros seguirán muriendo atropellados anónimamente sin que se pueda hacer mucho al respecto.

Lo que me queda mas que claro después de todo, es que al perro enchaquetado si lo maté yo, aunque tal vez lo remato el camión, o quien sabe. Pero tantos años pensando que a las muestras animales que tenía en la mesa del laboratorio las mataban “otros”, porque yo no tenía el valor necesario para sacrificarlos, pero muy bien que si hacía las disecciones y aprendía o disfrutaba de la cacería de la muestra del día; me hacen descubrir que no hay gran diferencia entre uno y lo otro.

Ojalá que sea verdad que todos los perritos van al cielo, y así aligerar un poco la culpa.

jueves, agosto 09, 2007

AMANTE BANDIDO

Atención grupos de conservación de la fauna latinoamericana, ONG´s dedicadas al patrimonio vernacular, oxidados promotores de la consigna de que “todo tiempo pasado fue mejor” y curiosos en general: Uno de los más raros especimens que vio la luz en nuestra región está en peligro de extinción inexorablemente, uniéndose así a la larga lista de especies que se despide para siempre del planeta. Me refiero al macho latino, tan autóctono y nuestro que ya de capa caída da sus últimos manotazos de ahogado luego de más de 30 años de reinado y desterrado para siempre de los cánones propios y los corazones de los pobladores del nuevo milenio. Era justo y necesario.

Con fecha de nacimiento desconocida, pero inequívocamente latino. El macho se formó por las características propias de nuestros pueblos, acostumbrados a bajar la cabeza ante el grito militar del dictador de turno y tuvo sus mejores años (sus años mozos) entre las décadas de los 60´s, 70´s y 80´s del siglo pasado. Es así como esta sub-especie encontró un caldo de cultivo ideal para proliferar y mandonear a su antojo, siendo aceptado por la sociedad como un mal necesario. La inocencia de aquellos años no se permitió imaginar nunca los problemas “alternos” en los que se estaba metiendo, sobretodo a nivel sociológico en áreas rurales donde hasta la fecha es posible apreciar esta rara avis.

En algún momento, muchos se pelaron su autoría, ya que era innegable el atractivo que este ejercía tipo de personajes, sobretodo en la contraparte femenina (ahora lo negarán a morir pero entonces otro era el cantar). En el subconsciente, inmediatamente relacionamos que los verdaderos machos son del mero México, mi cuate. Debido a que ellos lograron dispersar esta creencia como padre y madre de los cebolleros (o sea, de las telenovelas), en donde trasmitieron su cultura y estilo de vida que marco toda una época. Aunque no fueron los únicos.
También a través de la televisión conocimos a los gélidos gauchos indomables de corazón agreste como los prados sobre los cuales cabalgaban, siempre con tufillo y el mate argentino como sello de distinción. La contraparte lorcha del “amor serrano” (más te quiero, más te pego) es indudablemente una interpretación más del mismo fenómeno. ¡Ai siñorsh!

Hoy en día sabemos que el fenómeno del machismo es una brutalización del género masculino, una manera errada que se tenía entonces por disgregar las costumbres y a la vez diferenciarse del género femenino. Pues se tenía la preconcebida idea de que la virilidad era una virtud y además, ésta podía ser cimentada desde los tempranos estadíos en formación de una persona.
Nace así uno de los fenómenos que hasta ahora cuesta erradicar, en el cual se “acostumbra” a reprimir y/o alentar determinadas actitudes en los pequeños con el riesgo de que interfieran en la formación de la actitud masculina en los difíciles años de la adolescencia. Es evidente de que esta creencia esta basada en falsa evidencia (porque la virilidad no es sinónimo de mayor concentración de testosterona, la hormona masculina), pero era lo que se estilaba hace no mucho tiempo. Aún en estos días, en nombre de la ignorancia hay quienes piensan que esto es correcto, por suerte son los menos, y casi siempre, los que no tienen acceso a educación y servicios básicos, pero eso ya es otro problema en sí mismo.

Gracias a la televisión, -padre, madre y niñera de muchas camadas debido a que ambos progenitores deben salir a trabajar y dejar a los hijos a los cuidados de la caja boba- es que se dieron a conocer los grandes exponentes del machismo latinoamericano, a través de las telenovelas y series con títulos y personajes ahora impensables. Ya que es políticamente incorrecto en nuestros días de igualdad de géneros, resaltar los atributos masculinos sobre los femeninos (ya que ahora los grupos feministas –el otro cachete de la bofetada machista- pegarían el grito en el cielo).
Sin pensarlo mucho (y sin haber visto sus telenovelas), me vienen a la cabeza los baluartes de toda esta epopeya del autoexilio: nombres como Andrés García, Arnaldo André o Salvador Pineda fueron los galanes, amos, señores y modelos a imitar de más de una generación.
Y es que a punta de virilidad animal, ellos fueron los encargados de hacer reverdecer furores de más de una pacata ama de casa entrada en años, además de mandar a la jubilación a los galanes encopetados, a los eternos caballeros que fueron sus antecesores, y es que, en su condición de gallo supremo del gallinero cualquier licencia en su nombre era válida y bien recibida. Curiosamente, su celebridad se encontraba en el aspecto vehemente tan del gusto de la época y en la manera como trataban a su contraparte femenina. Eso de que “a una dama no se le toca ni con el pétalo de una rosa”, eran de los de antes, estos señores venían con su propia filosofía de vida bajo el brazo (o digámoslo: bajo la mano extendida). ¡Auch, eso duele caracho!

Es un hecho, si en algo se caracterizaban estos galanes de acero inoxidable era en su aplomo a la hora de tratar y homenajear el autoestima de las féminas como ellas se merecían.
Eran los indomables, a los que jamás de los jamases verías soltando una lágrima por ahí (aunque su madre arterioesclerótica empiece a divagar que es Pancho Villa al mismo tiempo que habla en arameo). Que va. Es demasiado pedir. Sonreír a lo mucho, y esto siempre era con tono cínico.
En cuestiones del amor tampoco cedía un milímetro en su posición, y permanecía impasivo a los arranques de ternura y otras melifluosidades de su contraparte femenina, nada de que “a que te arruño papi, a aque te arruño”; y si la novia de turno fastidiaba demasiado, le caía su buen lapo con chape forzado de remate. Esos eran machos.
Ante flagrante atrevimiento de levantarle la voz y exigirle algo al macho supremo, se armaba la tole tole, con sexo -en contra de su voluntad- incluido. Y no había argumentos para excusarse, nada que "estoy en esos días que no me soporto ni a mí misma". Igual terminaban gimoteando mientras mordian la almohada con las caras abolladas, listas para el reencauche. ¡Jódeme duro!

¿Y en sus casas, la tele audiencia femenina como reaccionaba? Se derretían por docenas en el piso. Todas querían ser las benditas, las tocadas por la “mano de dios” y deliraban por las noches para que al despertar el espejo les devuelva la imagen de una protuberancia morada en sus rostros. (Dicen que en estos días muchas purgan sus culpas en los claustros de la sede de Manuela Ramos). Que tiempos aquellos.
Solo para extranjeros: Manuela Ramos es una moderna organización feminista peruana que vela por los derechos de las mujeres y lucha en contra de los atropellos de la discriminación de género. Upsss, ¿se puede saber donde estaban señoras? Too late, too late.

Pero al añejo galán le llegó la fecha de caducidad y sucumbió a los nuevos registros que exigían su cabeza. Ellas ya no los preferían tan peludos (murió la generación que creía que no hay hombre como aquel con pelo en pecho, caracho) y hermitaños, ahora suspiraban por los figurines de rostros lozanos, aspecto andrógino y corazón de poeta. Una raya más para el alicaído tigre de su autoestima. Es así que encuentran un nuevo capricho y le dicen adiós al troglodita.

Un minuto de silencio para el amante bandido. Y que no vuelva más.

lunes, agosto 06, 2007

TE LLAMA LA LLAMA

Como cada año en esta temporada, la ciudad presenta una agradable tradición para los sentidos; se sacude del tufillo aletargador del invierno gris y se pone sus mejores galas para recibir lo mejor del cine que se cuece en nuestra región, dentro de un festival que cada año crece y se hace mas completo. Este año no es la excepción, el 11vo. Encuentro Latinoamericano de Cine (ahora llamado Festival de Lima) promete. Y quienes disfrutamos de una buena pela, no contaminada por el grotesco monstruo Hollywoodense es motivo suficiente de orgullo.

Revisando la programación oficial del festival compruebo con mucho gusto que no se ha escatimado en recursos para ofrecer una completa selección de películas y documentales en competencia (las cuales pueden ser apreciadas por el público en salas comerciales antes de su ingreso a la cartelera), foros, retrospectivas, seminarios y homenajes a personalidades vinculadas con el arte cinematográfico. Así que es de esperarse que la afluencia sea masiva, ya que nos la ponen en bandeja: un moderno festival descentralizado.

Por mi parte, veré cuanta película pueda y me sacaré el clavo por lo ocurrido el año pasado, ya que recordando; estuve lejos de la ciudad el tiempo haciendo practicas pre-profesionales y me perdí de toda esta fiesta del cine. Pero eso no sucederá este año, pese a que tengo menos tiempo que antes, pero igual ya empecé a organizarme con mis amigos para darnos una escapada para ver tal o cual película que nos llama la atención sobre manera; y es que en ninguna otra época del año se tiene la suerte de tener una cartelera local tan surtida de cine regional como en estos días, además como ya se ha hecho costumbre, y es que no solo de cine latino vive el hombre, este año hay dos invitados de honor incluidos en la muestra: el siempre prolífico cine francés promete dar el batacazo. Así que la oferta esta sobre la mesa.

No se quede con las ganas y déjese engatusar por un festival de sabor local.
¿Quieres saber más? La pagína oficial del festival aquí.
Ninja!