lunes, enero 29, 2007

YO SOY SCOUT DE CORAZON

Mientras aseaba mi dormitorio y ponía un poco mas de orden de lo habitual, encontré material suficiente para realizar este post; todo debido a la maquina del tiempo (o sea, aquel estante que tengo lleno de añejos recuerdos, el cual nunca reviso), pero al que me atreví a echarle una ojeada bajo la excusa de atareado natacho.

Entre mirando y husmeando, me detuve y le dedique especial atención a una pequeña camisa ploma, llena de insignias (me hizo reír de buena gana debido a su tamaño, que evidencia propiedad de un niñato pre-púber antes del estirón). Que duda, era mi camisa del movimiento scout. También encontré mi pañoleta de manada, una pañoleta conmemorativa de Campasur (que luego les comento al detalle), dos ediciones de “El rebuzno del burro” y soguilla para hacer nudos; por mas que revolví todo buscando mas indicios de esa etapa, no encontré más. A esos escasos artículos se sintetiza mis tres años como practicante del escultismo y difusor de la filosofía del fundador Baden Powell (eso de hacer una buena acción).

Yo entre al movimiento a los diez años, motivado por mi mejor amigo de entonces y coleguita de travesuras escolares, Rodolfo G; quien se inició unas pocas semanas antes que yo y disfrutaba contarme las bondades de ser boy scout. Así, bajo el argumento de “yo también quiero”, le conté a mis padres para que me inscriban de inmediato en el grupo y poder darle el alcance a Rodolfo. ¡Pero tiene que ser ya! (me oigo mentalmente decir).
Por suerte mis palabras reflejaron motivación, así que pocos días después fuí con mi madre a casa del guía de patrulla (el sujeto que dirige a la tanda de mocosos) y fue oficial: ya era un aspirante de niño explorador. Y a partir de entonces mis tardes de sábados y domingos quedaron exclusivamente reservadas para el escultismo. El jean azul y el polito blanco, se convirtieron de inmediato en mis mejores aliados desde entonces.

No recuerdo muy bien lo que hacíamos en esas tardes (mi mente traicionera, cuando no), pero puedo contarles con seguridad tres cosas: aprendí a hacer nudos (muchos de los cuales recuerdo hasta el día de hoy), aprendí cachosas canciones scout (de las que también recuerdo unas tantas) y aprendí a jugar baseball... ¿Cómo y el amor por la naturaleza? Pues eso queda implícito y supongo que desde entonces me viene ese gustillo por los campamentos, las caminatas, mirar las estrellas, prepararme la comida y lavar mi ropa, jeje. Que si, y no solo aprendí, sino, que me especialice en ello.

Luego de mi primer mes como aspirante fuí sometido a un examen sobre los fundamentos básicos del escultismo (el desarrollo físico, mental y espiritual en simbiosis con el amor a la naturaleza) para poder juramentar como scout frente a la bandera, la manada y la familia. Ya me imagino lo avergonzado que debí haber estado ese día. Así, en mi primera ceremonia de gala juramente junto a otros aspirantes, me colocaron la insignia del movimiento (una soguilla que forma la flor de lys sobre un fondo morado) y pude usar la pañoleta de mi grupo (aquella que sobrevivió al paso de los años). Todo esto matizado con cánticos, demostraciones físicas y concursos entre patrullas (un grupo de scout se dividen en varias patrullas con las cuales se estimula la competencia). Esa noche hubo un sorteo de canastas navideñas entre los padres de familia, que muy orondos, daban animo a sus retoños. Mi madre ganó una de las canastas y mi padre aplaudía a rabiar, mi hermano estaba presente -en contra de su voluntad, claro- aunque era evidente que prefería estar en otro lado.

Cuando uno habla de boy scout inmediatamente lo relaciona con los campamentos, acá en Lima, se les relaciona también con improvisados guías de trafico, ustedes saben, esta metrópolis es un laberinto súper congestionado y hay que hacerle de lo que fuere.
En los campamentos, se supone que se aplican todos aquellos conocimientos de supervivencia que uno va aprendiendo, mientras asciende jerárquicamente en la patrulla. En mi vida scout, llegue a asistir a cinco campamentos, pero el epítome de todos ellos fue Campasur.

Campasur fue una concentración mixta de scout de todo el Perú que se realizo durante una semana entera en la ciudad de Chincha (200 km. al sur de Lima). Fue la experiencia máxima de aquellos años y cuyos recuerdos son los que más celo en mi memoria porque sintetiza toda una etapa, mis últimos años de niñez.
Nuestro grupo se hizo presente con dos patrullas (14 o 15 personas, en total), representando al distrito de Surco. Basta decir que nuestros vecinos de carpa eran colegas de Cuzco, Puno y Piura; para comprender la magnitud de tal evento.
En esos siete días productivos, conseguí tres medallas de especialidad: cocina, lavandero y botánica. El mas peculiar de estos, sin duda, es lavandero. Para resumirles lo que tuve que hacer para conseguir esa medalla, les cuento que esos siete días de Campasur me las pase lavando ropa como idiota, mi ropa –al menos-, aunque también tuve que proponer alternativas de detergentes naturales, la solución llegó de la pepa de la palta. Gracias palta... y yo a veces haciéndome paltas.

Otra anécdota que recuerdo de entonces fue cuando un día me sorprendieron mi viejo y mi hermano con su visita, y para encontrarme no fue nada fácil pues calculando llegué a la conclusión que éramos entre 2000-2500 scout concentrados en un mar de carpas prolijamente alineadas, al menos. El detalle de aquella visita lo puso la señora que en ese entonces cocinaba en casa, pues ella me había mandado papas rellenas para compartir con toda la manada. ¿No es linda acaso? Lo máximo.
También que se me había acabado el dinero que había llevado (en Campasur había tiendas donde vendían gaseosas, golosinas, salchipapas, discoteca –“Chincha Night”- a la que podías acceder con tres chapitas de gaseosas, o sea, que tenias que comprar gaseosas... ¿manyan?), entonces aprovechando que mi viejo se había tomado la molestia de conducir hasta allá, pues le pedí que me suelte un sencillo. No recuerdo cuanto me díó, pero recuerdo que nunca me había dado tanto dinero. Yo feliz, y como resultado invite a toda la patrulla a comer salchipapas aquella noche. Un vacilon total.

Además de las especialidades que gané, también hice muchas amistades y nos dieron una pañoleta conmemorativa que aun la tengo y “El rebuzno del burro”, era el periódico oficial del campamento –así de organizado fue todo- y aun tengo dos ediciones de una publicación diaria, así que el viento se llevo lo demás. Leyendo en las noticias de portada: “Scouts sedientos abarrotan puestos de bebidas gaseosas”, “A las 6 de la tarde llegará la patrulla Burros”, “Invasión de piques”, “Felicitaciones a la patrulla San Miguel 400”. ¿Qué son los piques? –pensara. Pues son unos bichos que se te meten en los pies y hacen de este su hogar, jeje. Yo termine con 3 de souvenir que me dieron muchos problemas a mi regreso a casa.

Me retire del movimiento a los 13 años, debido a un problema intergeneracional: me convertí en adolescente. Y en esa etapa, uno quiere desligarse de los niños y de las chiquilladas de estos. Así terminó mi aventura como niño explorador, con mucha experiencia ganada tan honestamente.
A la distancia de los años, pienso que todo fue muy agradable, mas aun siendo niño. Todo debido a que te deja las primeras nociones de independencia, de respeto a la naturaleza, de interés a la comunidad; y eso, no tiene precio.
También te ayuda a formar el carácter, la personalidad, a interactuar de manera correcta con tu entorno y definitivamente te deja buenos recuerdos, así estos sean escasos como en mi caso.

Y para finalizar, me despido con una canción que sintetiza mucho lo que significa ser scout:

Yo soy scout, yo soy scout
de corazón, de corazón
acamparé, acamparé
con ilusión, con ilusión
Yo soy scout de corazón, acampare con ilusión.

Al monte iré, al monte iré
lo escalaré, lo escalaré
nudos haré, nudos haré
con precisión, con precisión
Al monte iré, lo escalaré, nudos haré con precisión.

Al lago iré, al lago iré
me bañaré, me bañaré
y nadaré, y nadaré
como un salmón, como un salmón
Al lago iré, me bañaré y nadaré como un salmón.

Al baño iré, al baño iré
me sentaré, me sentaré
y cagaré, y cagaré
un salchichón, un salchichón
Al baño iré, me sentaré y cagaré un salchichón.

Esta canción, esta canción
se terminó, se terminó
y es de un scout, y es de un scout
de corazón, de corazón
Esta canción se terminó y es de un scout de corazón.

miércoles, enero 17, 2007

DE REGRESO A LA BUENA VIDA

Este post lo tenia listo desde el año pasado pero lo he vuelto a hacer para publicarlo debido a que, como ustedes ya me conocen, peco de excesivo. Así, que esta es una versión mas condensada de aquel post que nunca llegué a publicar, Aun así es un post largo, están avisados.


Cuando termine mi vida escolar, mi padre me mando a visitar su tierra y no como viaje de placer, sino, para estrechar vínculos con la familia paterna. Siempre me ha contado que fue él, quien dejó su hogar y se vino a conocer América (Perú y Brasil exactamente), pero que sus planes no salieron tal como los había planeado, pues en Lima se enamoró de una limeña guapísima (mi madre obviamente y no la otra) que le hizo perder la cabeza... entonces tenía 19 años y fue a hacerse la vida en un lugar extraño, lejos de su familia pero al que termino queriendo como propio.

Mi hermano había pasado por la misma travesía en su momento, tres meses en Sant Feliu de Guixols, Girona para que te abran la mente, visitar a la familia para que te dijera lo grande que estabas y traerte uno que otro recuerdo de vida. Además, los gerundenses representan la escencia pura del carácter catalán, una idiosincrasia nacionalista que hace ver a los arequipeños como juego de niños. No había manera, no podía perderme de todo esto.

Así, un tres de enero me largaron de casa rumbo a mi aventura en la costa brava española.
San Feliu es un pueblo encantador ubicado a orillas del mar mediterráneo y evidentemente con una gran tradición marinera (cosa rara si me pongo a pensar que yo ni remojo mis pies en el mar), tiene un pasado histórico alucinante; cuya herencia carolingia, judía y romana esta entremezclada con leyendas que a sus habitantes les encanta contar.
Lo primero fue conocer el lugar, escudado por un primo que le hizo de guía turístico, cuya familia vivía con mi abuela en la casa en donde se crió mi padre.

Me llevaron a un trenecito turístico que va hasta la catedral, el tren lleva escrito la palabra “Gerió”, me enteré que este era el nombre de un monstruo de tres cabezas que fundo la ciudad y que se enamoro de la princesa del lugar (su nombre no lo recuerdo) y cuyas lagrimas dieron origen a cuatro ríos, uno de ellos, el Onyar, cruza el centro de la ciudad, y desde los puentes que le atraviesan se pueden ver las casas típicas del lugar, pintadas con colores terrosos y tostados. Un puente famoso, el de Peixeteries Velles fue construído por la compañia de Gustave Eiffel.
También afirman que fue Carlomagno el que fundo la ciudad y todo el lugar esta lleno de referencias a él.
En la catedral episcopal, un monumento gótico impresionante, se encuentra la “Silla de Carlomagno” que dicen que si te sientas con tu pareja te casas en menos de un año, en cambio si se sienta un hombre solo este se queda soltero por siempre. Evidentemente me senté en la silla de mármol, desde entonces lo tuve todo claro.
La historia que más me gusto es una que dice que estando Carlomagno en la cima del campanario se le cayó la espada en medio del claustro. Cuya punta empezó a hundirse hacia el interior del planeta y el día que parta en dos al centro de la tierra será el fin del mundo. ¿Cómo no quedarse embobado con una leyenda como esta?... es la historia misma la que quiere ser contada.

En la iglesia de Sant Feliu, claramente identificable por su aguja truncada, descansan los restos del patrón de la ciudad Sant Narcis, que tampoco se libra de las leyendas. Dicen que cuando los franceses tomaron la villa (Girona esta mas cerca de Francia que de la capital de la región autónoma, Barcelona) intentaron destruir el sepulcro de Sant Narcis, pero de su cuerpo empezaron a salir moscas que se metieron en el ano de los caballos, provocándoles dolor que los llevo a dar coces a diestra y siniestra, causando la muerte de muchos franceses y la huida de los sobrevivientes. Debido a esta anécdota en posible encontrar en las pastelerías del lugar las “moscas de Sant Narcis”, que son hechas de delicioso chocolate.
El día de Sant Narcis es el 29 de octubre (cumpleaños tambien de mi hermano, el Barto) y suele haber bestiarios que recorren las calles y van encabezados por el Drac (Dragón).

Al ser una villa al lado del mar, los platos típicos que se pueden probar están elaborados con frutos de mar (pescados y mariscos) pero es característico combinarlos con ingredientes de montaña (hongos, papas, pato, oca). Pero también conejo (que los tienen en criaderos en los jardines de las casas) con ellos se prepara (conill a la brasa amb all i oli) conejo a la brasa.
Los platos estrellas y sumamente deliciosos son la escudella i carn d´olla (cocido catalán), suquet de pescado (cazuela), esqueixada de bacalá (ensalada de bacalao) y para paladares golosos, panellets (panes dulces), xuxos (pasta rellena con crema y espolvoreada de azúcar).

Ahora hablemos de la gente, ahí si me quejo, pues dejando de lado a la familia (tíos, primos, abuela) quienes me trataron muy bien, fueron amistosos y atentos conmigo; pero el resto de lugareños si eran especialmente cerrados, hasta para dar la hora. Solo te hablan en catalán aun sabiendo el castellano, pero lo hacen como una forma de reivindicar sus costumbres, te miran de pies a cabeza así sin roche. Pero como la ciudad esta abierta al turismo y atrae mucho visitante, ya están acostumbrados, pero aun así no pierden esa manera de ser celosos, sobre todo la gente mayor.
Se dice de ellos que son muy “a la ceba” (nacionalistas) pero no independentistas (cosa que los diferencia de los vascos).
Un peruanito como yo, acostumbrado a la sonrisa fácil, a pedirle un favor al vecino, a mandar saludos pa´tu cuñao, se queda frío con tan gélido carácter, porque son muy orgullosos pero curiosamente la modestia es un rasgo que los identifica. ¿Por qué? Pues precisamente por La Buena Vida, la gente es muy adinerada pero nada ostentosa. Y les cuento que la provincia siempre encabeza las listas con los niveles más altos de vida, bienestar y poder adquisitivo. Y no solo de España (donde van a la cabeza), también de la media europea. ¿Quién lo hubiera pensado, con esa mala gracia que tienen? Aunque debo confesar que la calidad de vida se palpa en el ambiente, muchos árboles –en las calles, en las casas, en todo lugar-, áreas verdes muy cuidadas, planificación urbana, manejo ambiental sostenible, gente muy culta, con mucha educación, con un sentido de conservación de sus costumbres.
Mi conclusión es que por ello son tan herméticos y cerrados, para que te tomen en serio debes hablar su idioma, que no es muy difícil, y si lo haces, es visto como un gesto de respeto al lugar y a su gente.

Mi abuela me dijo que la clave de todo era la perseverancia, por que el que porfía y porfía, acaba entrando en la ciudad y en su gente, y lo lleva de por vida en su corazón, como su ciudad, su ciudad adoptiva.
¿Y eso me paso a mí? No, pues mi ciudad adoptiva fuera de casa es la garbosa ciudad condal, Barcelona. Y no porque no haya porfiado, sino, porque el tiempo me venció y culminados los tres meses tuve que dar por concluída mi visita para volver a casa. Fué entonces cuando hice mi última chiquillada, (porque tenia 17, era un chiquillo): Me fui a Barcelona, cuando mi viejo pensaba que estaba de regreso. Y me quedé con el dinerito que había hecho en Les Voltes (como ayudante del deposito de una librería) y terminé alargando mi visita trece meses mas de lo establecido, haciendo de lo que se encuentre (limpiando mesas, atendiendo moriscos, entre otras cosas), pues no puedes llegar con aspiraciones concretas si llegas de mochila pues la ciudad te engulle vivo. Yo lo que quería era conocer, otra oportunidad como esa no podría tener jamas y si que la aproveche.

Cuando me atreví a llamar a mi viejo en Lima estaba preparado, había regresado a casa de la abuela en Girona sabiendo lo que me esperaba, pensando que quizás ella podría domar un poco a su hijo, pero me sorprendió –y desiluisionó- que no intervino para nada y obviamente me dieron el sermón de mi vida –vía telefónica- por irresponsable, por inmaduro, por desobediente. Aunque sigo pensando que fue injusto, nunca antes fui tan responsable como entonces, lo de inmaduro lo acepto bajando la cabeza y lo de desobediente, pues es algo que todos hemos hecho alguna vez en la vida; pero lo de irresponsable no lo acepto hasta ahora.
Mi viejo estaba asadazo, nunca me había – ni me habían- puteado tanto; entre tanta amenaza y castigos hasta cumplir los 30, no me quedo mas que volver, por eso y porque me dijo: ”¡¡¡SI NO VIENES, VOY Y TE TRAIGO DE LAS PELOTAS!!!”
Mi abuela murió en diciembre del 2003, entonces mi viejo con mi hermano fueron para despedirla en el Montjüic (monte judío, donde se encuentra el cementerio), yo estaba en exámenes finales de la universidad, y aunque sabía que no podría estar presente por ello, siempre lo vi como un castigo de mi viejo. Pese a lo que pueda pensarse yo no era muy apegado a esta abuela debido a las distancias, solo la había visitado un puñado de veces cuando niño (con toda la familia) y aquella vez, que fue la ultima ocasión hasta el día de hoy que visité esas maravillosas tierras, entonces aproveché para conocerla –y que me conociera también- un poco mejor. Y evidentemente no fue en vano, porque me dejo un buen recuerdo y un lindo obsequio, un obsequio de la Buena Vida, nada material ni codicioso que pueda llevarme, sino, uno que crece, perfuma el jardín y da una sombra maravillosa. Ya lo había visto, pero no repare especial atención en él hasta que me informaron en Lima que estaba ahí. Esperando por mí.

martes, enero 16, 2007

SABIAS QUE...

¿Sabias que el sábado 13 de enero termine de leer Madre que estas en los cielos, la entrañable novela de Pablo Simonetti?
Realmente quede fascinado con aquel libro porque es un relato duro, incomodo en momentos, acojonador, que definitivamente recomiendo por ser reflejo de toda una sociedad, pues el arte de ser madre no tiene fronteras. Y muchos podrán encontrar en el personaje central de Julia Bartollini, un reflejo de una madre, abuela, tía, que todos hemos podido tener; que les transportara a recuerdos de niñez y en el cual te despeja todas las dudas aquellas que uno no suele comprender pero las cuales esconden mucha sabiduría.
Difícil leer la obra impasible, sin mortificarse, sin acongojarse pues el retrato de una familia resquebrajada por problemas irreparables nos hace dar una mirada a nuestras propias familias, hacia aquellos pequeños secretos que no se le cuentan ni al espejo, sino, que se llevan por dentro para evitar el dolor ajeno. Para no olvidar.
Por cierto, Pablo, si lees esto... llámame, jeje. Bueno, soñar no cuesta nada.

¿Sabias que ese mismo 13 enero empecé a leer El huerto de mi amada de Alfredo Bryce?
Ya he podido leer otras obras de Bryce, así que sabia lo que me podía esperar. Así que empecé a leerla como una manera de disminuir toda la angustia y sentimiento expuesto que me había dejado la novela de Simonetti, y vaya que surtió efecto.
Pues es un relato un ligero de amores imposibles entre limeños aristócratas de mediados del siglo pasado. Y es hilarante pues te relaja, con las torpes desventuras del santurrón de Carlitos Alegre, cándido folletín de amante en pañales que se enamora sin entrar en cuenta de Natalia de Larrea y Olavegoya, descendiente de condes y virreyes, el mujeron de la época, que vive ofuscada en una sociedad hipócrita y esta en busca de libertad, la cual encuentra en los escuálidos brazos de Carlitos, a quien le duplica la edad. Escándalo en la pacata Lima de entonces.

¿Sabias que Zoofiesta esta sobreviviendo –con manotazos de ahogado- al séptimo mes de vida, con algo que yo llamo “la comezón del séptimo mes”?
Pues si, aunque los motivos ya han sido explicados en un post anterior, eso y otras perlas mas, han contribuido con este egoísta descuido de mi parte hacia este pequeño rincón donde fluyen las palabras, sus visitas y el buen rollo. ¿Seguirá así? Uhmmm, pues ya lo veremos.

¿Sabias que este blog fue dedicado en su totalidad a una persona, como símbolo de amor?... Amor, jaja ¿Cuantas boludeces mas se harán en tu nombre?
Llámenme cursi, baboso, enamoradizo, brutis; pero es así. En un arranque de desprendimiento le dedique este blog a una persona que me importaba mucho. ¿Te da morbo ajeno esta situación?... pues mira aquí. Curiosamente, intuyo que en estos momentos aquella persona no visita este espacio, es mas, dudo que conozca la dirección electrónica de este obsequio, meses después de haber sido ofrendado. ¡Jodete por cursi! -pensaran ustedes-, pero creo que valió la pena en su momento aunque nada es para siempre. Otro motivo para no escribir en este blog “ajeno”.

viernes, enero 12, 2007

AMORES CON GARRAS

Quienes me conocen, han oído más de una ocasión mi clásica cantaleta aquella que dice que quiero un perro de mascota. Y no es cosa de este mes, sino, que llevo buen tiempo pensando en lo mismo pero siempre termino desistiendo de la idea por uno u otro motivo. En fin, al ser ustedes amigos y/o visitantes de este espacio virtual no tangible –en otras palabras: mi publico culto y sensible- les cuento lo que pasa por mi cabezota sobre un tema tan trivial como el tener un perro de mascota, pero que en mi versión, se transforma en pesadilla de un muchacho con demasiado tiempo libre… al final de este post, les comento un par de cosas sobre este pequeño detalle. Pero volviendo a mi indecisión respecto a un felpudo con patas:


Yo quiero un perro de mascota…

…porque no hay mucha bulla en casa. Pues como decía Cantinflas, que el estaba acostumbrado a dormir bajo el arrullo de dos mosquitas en vuelo; pues yo estoy acostumbrado a un poco de alboroto en su versión canina.
…porque hace como 8 años tuve a mi última mascota y cuando murió dije que había sido la ultima pero no, ya me entro la nostalgia.
…porque quiero bautizarle con un nombre gracioso como Maria Encarnación (en caso de tener perra) o Iñaki (en caso de perruno).
…porque quiero abrazarlo hasta matarlo, como decía Elvira, el bicho animado de Tiny Toons, un añejo dibujo animado sin mucho éxito de la década pasada.
…porque le quiero llevar en mi auto para verle con su lengua al descuido y sus orejas al viento. Me viene a la mente un capitulo de Miami Vice.
…porque necesito ser más responsable, pues de pequeño no aprendí del todo bien.
…porque quiero dejar de ser el único latoso de casa. Y poder echarle la culpa a alguien más. Aunque pensándolo bien: ¿ante quien me voy a excusar?
…porque quiero sacarme el clavo, todas mis anteriores mascotas se fueron trágica y prematuramente, nadie se murió de teclo (o sea, de anciano, de vetusto, de vegete… de teclo).
…porque estudio profesionalmente a los animales y no tengo siquiera uno. ¿Hello?
…porque me sobra amor propio que puedo transformar beneficiosamente en amor “mascotil” (si amor filial es a la familia, amor mascotil es a la mascota) y así no tener que derrocharlo en mi.


Yo no quiero un perro de mascota…

…porque paso poco tiempo en casa y el poco tiempo que estoy en ella; o estoy durmiendo, o comiendo, o cagando o dedicándome al botellón (botellón: dicese de las juergas caseras en las cuales se le rinde tributo al alcohol, según mi jergario de bolsillo).
…porque quizás pronto empiece a pasar menos tiempo en casa, aun.
…porque no me gusta limpiar caca de perro y evidentemente no tengo porque justificarme respecto a ello.
…porque no tengo espacio suficiente en casa.
…porque tengo un hermano que le rinde pagano culto a su relación amorosa y se, que no me daría una mano cuando el teóricamente canino-mascota lo necesite.
…porque hay un pomposo dálmata en mi calle que ya se adueño del titulo al perro mas churro del barrio y no le dará una oportunidad a un perro chusquito (o sea, mestizo, cruzado, de aguas).
…porque no me veo correteando como idiota en los parques. Pues los perros deben ejercitarse al aire libre y yo, pues, quiero evitar la fatiga.
…porque si a veces ni puedo aguantarme a mi mismo, menos podré tenerle la debida paciencia a un inocente perrito.
…porque aun tengo el trágico recuerdo de las antiguas mascotas de casa. ¿Cómo, no que no tenia espacio? (pensara usted, astuto lector) Les cuento que buena parte de mi chiquititud la pase en mi casa de Surco (cuando estaba la familia completa) y que ahora sirve de nidito de amor de mi viejo y su… eso.
…porque soy un indeciso del mierda. Y por favor, no replica este párrafo si coincide conmigo.


Líneas arriba comente que muchas de mis mascotas murieron trágicamente (la mayoría atropelladas), pero hubo un perro (no recuerdo como se llamaba, yo era muy pequeño aun) que se salvo de tan horrible final, pues este no murió, sino que, se perdió. Aquí la síntesis de la historia:
Teníamos mascota en casa. Mascota de casa muy querida por todos. Mascota de casa dormía en tolva (o sea, en la parte de atrás amiga lectora) de la camioneta que en ese entonces tenía mi viejo. Mascota de casa juraba y perjuraba que camioneta era de su propiedad. Mascota de casa se enfurecía si mi viejo osaba a llevarse “su” camioneta. Como consecuencia mi viejo aprendió a llevarse su camioneta con mascota de casa en ella, ladrando a diestra y siniestra mientras iba en la tolva a dos patas. Alguna vez mi viejo tuvo que ir a una zona rural en la ciudad. Evidentemente fue con mascota de casa, quien deliraba por salir a “pasear”. Mi viejo regreso a casa pero volvió sin mascota de casa. Haciendo mi viejo memoria, recuerda que en algún momento de su travesía paso demasiado rápido por un rompe muelle y que después de eso no volvió a oír a mascota de casa, que ladraba cada vez que veía perrito al vuelo (y en Lima hay mas perro que gente). Mascota de casa perdió el equilibrio y cayo de la camioneta. Mi viejo, bruto al volante, no se dio cuenta.

Nota de cierre de edición: Despues del gusto (por la escapada playera) viene, el disgusto. No ando posteando ni visitando sus blogs con la misma frecuencia de antes y todo debido a que estoy tratando de conseguir practicas pre-profesionales pues la maldita universidad no me dará el titulo profesional si es que no termino mis horas de practica (480 horas) y ya no tengo mucho tiempo para concluirlas. Por ello, la semana pasada he dejado mis papeles para dos granjas un poco fuera de tiempo pues lo usual es empezar el primer dia útil de enero, una de cerdos en Lurín y la otra de vacunos en Mala (solo para extranjeros: Lurín y Mala están en las afueras de Lima, pero igual es pesado pues es en zona rural) cosa que complica. ya en el pasado al hacer mis practicas, me he tenido que quedar en el lugar para no tener que ir y volver a Lima, pues es muy agotador. Ahora como tengo auto, si decido llevarlo no creo que sea una ventaja.
Por otro lado, también he dejado mis papeles para otra chamba, pero esta si es en Lima. Curiosamente no es nada relacionado con mis estudios, sino, involucra mas la escritura. Y aunque no creo que me la den, igual he hecho el intento pues tengo mi lado ingenuo y pesimista... y porque no tengo experiencia en ello, solo hice un curso de narrativa que llevé en la universidad. No dejo mas información pues no me veo haciendo un post sobre como me negaron esta posibilidad.

Ahora, sea como sea, no crea que se librará fácilmente de mí. Igual seguiré posteando y visitándoles. Y si los próximos días me ve posteando como antes (o sea, 5-7 post semanales) y dandome saltos por su blog mas a menudo, quiere decir que me chotearon olímpicamente de todo, así que no me pregunte jeje.
Saludos para todos ustedes y hasta el próximo post.

martes, enero 09, 2007

LEYENDA URBANA

Aquí les dejo con una pequeña y curiosa recopilación de la sabiduría urbana, aquella oída, leída o vista que te hace pensar de lo fácil que se expanden los rumores debido a la ignorancio o ha aquella necesidad que tenemos las personas por comentar algo o darle una explicación.
“Color de orina y sabor a chicle… ¿Cómo les puede gustar eso?"
Indignada argentina lanza critica vía e-mail para un reportaje de la revista Etiqueta Negra sobre la Inca Kola, la gaseosa mas consumida en el Perú, y que es la única que ha derrotado en el planeta al mastodonte gringo de Coca Cola.

“He comprobado que los peruanos son personas de mente muy abierta y nada prejuiciosos. Pues la bandera del orgullo gay, ondea lado a lado con la bandera del Perú y sobre el Palacio de Gobierno”
Comentario de un foro internacional de arquitectura, en la cual se exponía fotografías del centro histórico de Lima. La realidad es triste, pues la bandera del orgullo gay es considerada en estas tierras como la bandera del imperio incaico. Aunque esta demostrado que en aquellas épocas no existía símbolo como este. Extranjeros ilusos.

“Parece que se va a caer”
Oído en una combi, hace un par de años. Una pareja de amantes de esas que se sienta en la parte final de los buses para poder manosearse rico, hace un paro a sus caricias para observar el entonces edificio en construcción del Banco Interbank, el cual tiene una pendiente de inclinación en su parte frontal.

“Resina: Historias de mentes cochinas”
Extraño comic que alguna vez cayo en mis manos y durante el pomposo estreno de Spiderman. En ella el héroe arácnido visita Lima durante la dictadura de turno. Es zarandeado por las combis asesinas y ultrajado en el distrito de La Victoria donde es reducido a paños menores.

“Si vas al cine, mira la butaca antes de sentarte. No vayas a encontrar una aguja con sangre y si te pinchas te contagias de Sida”
Típica leyenda urbana de hace un par de años. Esta comprobado que el virus del VIH es extremadamente sensible y fuera de un organismo vivo no sobrevive, por lo cual esto es remotamente posible.
"Yo le cuento a fulanita, y ella lo propaga"
Maquiavélico plan oído al vuelo de como conspiraban tres adolescentes, mientras yo iba a rumbo a casa.
En estos tiempos, el cliché de que la mujer es chismosa por naturaleza ya esta pasado de moda. Pues ambos géneros comporten por igual (pero en diferente proporción) tal afición. Yo, por ejemplo, no me considero chismoso, si no, cotilloso o cotilla. ¿Suena mas fino, no?
Si tienes alguna historia similar que compartir, pues no te cohibas y comenta.

jueves, enero 04, 2007

FIESTUKI

Viernes 29/12
El primer grupete de mis amigos (Sergio, Luisao alias “Sao”, Diana alias “Di” y Juampi) sale hacia Naplo (Km 59 de la Panamericana Sur), a la casita de la “Ioa”.
Yo sigo veraneando en Chaclacayo, desayunando panetón con Inca Kola.

Sábado 30/12
Ya en Lima, trato de animar a Dunkin por ultima vez para que se venga con nosotros a reventar el año. Me dice que lo tronaron en topografía, motivo por el cual no termina la universidad. ¡Jódete por burro!, le digo.
Sale segundo grupo rumbo a Naplo (Arturo, Teresa alias "Texi", Vania, Yoseph alias "Yoyo" y yo), la autopista luce súper congestionada y llegamos a la playa con mas de una hora de retraso.
La casa de Ioa no es una casa, es un edificio pequeño en graderías entre tantos otros frente al mar y solo tiene dos vecinos en el edificio. El depa de Ioa abarca tres pisos y luce muy mono desde fuera. Una vez dentro quedo embobado por las vistas (hay vista al mar inclusive desde el baño) y hay una terraza familiar que ocupa un piso entero, lugar donde se encuentra la piscina rectangular y la parrilla. Pienso que debo convertirme instantaneamente en el mejor amigo de Ioa.
Entramos en cuenta que estaremos algo apiñados pues además de nosotros están conviviendo bajo el mismo techo los viejos de Ioa y Rixi, su hermano menor pesadísimo.

Primer mal chiste: El dormitorio de ellas.
Instalan a Vania y a Texi en un dormitorio de cuatro camas, que compartirán con Ioa, Di y que además, espera aun la llegada de Katty, Fabi y Marisol. Los patas –excepto yo, obvio- están intrigados y relamiéndose como gatos imaginando como dormirá tanta mujer junta, cuando alguien menciona la palabra “desnuditas”, nos botan a todos de ahí.

Segundo mal chiste: Nuestro dormitorio.
Si las flacas estarían sensualmente apiñadas, juntas y revueltas en medio de bragas y sujetadores, lo nuestro era peor. Seria un mar de hedores.
La escena es idéntica, cuatro camas, un closet y sin TV (el dormitorio de las flacas tenia TV, ¡no es justo!). Lo peor de todo era que compartiríamos ese espacio 9 personas (nueve, IX, nine, nou) cuando estemos completos (o sea, a dos por cama y uno en el piso con sleeping), y no solo eso, nos informa Sao que el piojoso del hermano de la Ioa también seria nuestro compañero de alcoba y que él, en su condición de dueño del lugar, había exigido que una cama integra seria para él.
Entonces, caballero nomás; por suerte nadie se puso en plan de diva y nos acomodamos como pudimos. No pregunten detalles. Por suerte, estaríamos dando lata y tomando sol todo el día, así que los dormitorios solo serian para dormir y por lo tanto, casi ni cerraríamos los ojos debido a la bacanal que habíamos planeado para pasar fiestas. Eso sí, si aun llegaba alguien mas, directamente al piso... ¡por tardón!

Tercer mal chiste: Nudismo
Ni bien llegamos, queríamos empezar a tostarnos al sol para presumir de un rico bronceado a nuestra llegada a la ciudad pero Sergio nos comentaba que lo mejor seria tomar el sol como “Dios nos echo al mundo”. ¡Arranca nomás, gay camuflado!, que nos quería ver en cueros. ¡Pobre de Luisao, pobre Sao, piedad para Luissssao! –¿debido a que, dirán ustedes?- les cuento, cagandome de risa. Él compartió cama con Sergio y este, durmió en traje de Adán, jajaja, el pobre de Sao tuvo que hacer una madriguera con su sleeping para evitar cualquier contacto de Sergio y así cuidar su virginal, puro e incorrupto cuerpo. ¡Yo sé cuidar mi cuerpo, Saaaaaao (fue la broma mas comentada en nuestro dormitorio)!

En la noche de ese sábado sucedió algo curioso. Después de haber estado todos tomando sol en el bello mar de Naplo. Las flacas se encerraron en su dormitorio ni bien cayo el sol. No salían ni para ir al baño... uhmmm (tocándonos los pelos de la barbita) o están experimentando entre ellas o están haciendo una orgía, pensábamos. Y empezamos a apostar que era la orgía porque se escuchaban ruidos curiosos y risitas de esas, que dicen: “que rico”. Pero la realidad que descubrimos fue durísima. Diana había llevado sus 2 botellas de vodka Paramonga y su galonera de Tampico de naranja (¿no son finas mis amigas?) y se lo estaban empujando solas... ¿Creen que nos invitaron siquiera un poquito? ¡Ah, no. así no juega Perú! ¡Largo de mi casa! Nosotros bien torrejas (léase: huevones, para mis amigos extranjeros) no llevamos nada, ni un guardadito, porque pensábamos que la madre de todas las chupetas recién se daría al día siguiente. No nos quedo mas que pasar toda la noche chapoteando como “La sirenita” en la piscina.

Domingo 31/12
Llegan dos grupos mas, el conchito. Antes del mediodía Juanxo, Katty, Fabi y Marisol; se pierden en las playas del sur y terminan en Puerto Nuevo (no muy lejos –se pasaron como 10 km- pero igual re-cojudos). Sergio los tiene que ir a recoger en su auto antes que se pongan a llorar.
Ni bien llegaron, Juanxo entro en trompo. Como había prometido, traía provisiones para preparar la parrilla el lunes, día de su cumpleaños y lo traía todo en un cooler. Pero pidió colocarlo todo en la refrigeradora. La mamá de Ioa, al ver al generoso Juanxo llenar sus despensas le dice algo así: “Hay hijito –Juanxo mide 1.97mt y el sufijo “ito” nunca le ha sentado bien-, ¿por qué te has molestado?, no era necesario”. Si supiera la pobre, que no terminaría probando ni la piel que cubre a la salchicha ni a la morcilla.

Cuarto mal chiste: Vuelve el perro arrepentido.
Plan de 6 de la tarde llama Dunkin al celu de Ioa, estaba a bordo de un bus Soyuz para darnos el encuentro y pedía información para poder llegar. Por mas que la pobre Ioa le explica, que el viejo de Ioa toma el relevo para que entienda mejor donde bajarse, igual Dunkin termina en Sarapampa, Asia (km 107, o sea, se paso mas de 50 km), pero no se burlen del pobre Dunkin... pare de reír, oiga... ¡es mi amigo! Jajajaja. Lo que pasa es que como el corcho de Dunkin ya se había pasado de donde debía bajarse del bus, entonces mejor lo largaron hasta Asia pues el viejo de Ioa debía ir en su auto para hacer un par de compras mas y aprovechamos para mandarlo para allá, junto a una delegación que iba tras él liquido elemento (léase la cerveza: la chaposa más sabrosa) para la noche.

Antes de las 8 de la noche terminan llegando las cervezas –y Dunkin- a casa de Ioa. Y al toque nomás los viejos entran en trompo nuevamente, pues ellos se iban a la fiesta del Club Náutico de Naplo, donde se suponía era el “tonazo”. Y cuyo edificio no se encontraba muy lejos de donde estábamos. Por ahí, a alguien se le ocurrió darnos un salto por allá, pero como la fiesta era con invitación desistimos de tal idea.

Esperamos que se vayan los viejos de casa (y también se llevaron al bicho pre púber de su hijo) para empezar recién a armar nuestra fiesta. Como éramos un huevo de gente, eso de meterse a la ducha y cambiarse para finalmente estar todos listos demoro un buen tiempo. Y sobre todo por las flacas, se excedieron esa noche. Ellas todavía usaron el baño principal, del dormitorio de los viejos que se suponía era más grande (Yoseph les propuso que se bañen de dos en dos para agilizar las cosas) y aun así terminaron de ponerse wapas poco antes de las once de la noche. Nosotros ya habíamos empezado a darle curso a la chela y a bailar nuestras primeras piezas, que a falta de chicas bien terminaron sirviendo las escobas (¿No Sao?) y los amigos de género (no pregunten, insisto).

Cuando dio la medianoche no hicimos nada especial mas que abrazarnos y felicitar a Juanxo por sus 25 años, seguimos brindando con mas chelas (a nadie se le ocurrió comprar algo especial para la medianoche, pero nunca hay que subestimar a nuestra mejor amiga la chela, querida); nada de huachafadas como comer uvas, pasar por debajo de la mesa de la terraza o hacer tu lista de deseos. Y continuamos con el baile.

Chupamos como si no hubiera mañana porque se nos acabo la chela temprano, muy temprano. Poco después de las 2 am, aproximadamente. ¡Oh, contrariedad!, ¿qué hicimos?
Pues hicimos otra chancha (o sea, juntamos dinero, para mis colegas foráneos) y mandamos a otra delegación (Juanxo, Juampi, Arturo y Dunkin) a buscar cualquier bebida con contenido alcohólico, igual se llevaron las dos cajas de chelas vacías por si encontraban chelas. A indicaciones de la Ioa, el grupo debía salir casi hasta la autopista, donde había una bodeguita camuflada que se esperaba este atendiendo debido a la demanda. Los que nos quedamos le echamos tierrita a que puedan conseguir algo, y más aun, conseguir algo en las siguientes 2 horas.

Por suerte, mientras esperamos encontramos una salida para que no muera la diversión; las flacas podrán tener sus arrebatos de arriesgadas pero en el fondo son medias beatas. Del vodka Paramonga que había llevado Diana, pues jejeje, no se habían acabado ni una botella (eso les pasa por egoístas, por no invitar), quedaban dedito y medio de la botella empezada y la otra botella integra. Pero lo que no había (y eso sí, que bien que se lo terminaron) era jugo de naranja, pero la solución llegó de las despensas de Ioa; había Inca Kola, Coca Cola y Fanta para hacer la combinación. La elección fue obvia, con la Fanta nos quedo un brebaje moderadamente palatable, pues el vodka Paramonga es asqueroso pero algo teníamos que hacer para no perder la euforia y caballero nomás, le entramos a eso, aunque seria un grave error.

No recuerdo a que hora llegó el grupete que se había ido por provisiones, pero llegaron con una caja de Cristal (pero llevaron dos cajas de Brahma), y con dos rones Bacardi limón de 750 ml. ¡Ya, que xu! Seguimos con la chupa.
Primero cayeron los pollos, los fácilmente embriagables, en otras palabras; Dunkin, Texi y Sao, terminaron bailando lambada con las primeras botellas de esa nueva caja. Y decían que había sido el aire, de igual manera ya estaban fuera del juego. Al rato, Vania amenazó con que ya no quería tomar, y no volvió a tomar.
Con las ultimas chelas se retiro Marisol con la excusa de que no le gustaba el ron Bacardi, puede que sea cierto, pero bien que la he visto tomando su Cartavio, ¿uhmm? Empezamos a tomar el Bacardi con Coca Cola. Sao que estaba tirando en un rincón sobre un mueble de la terraza, despertó y le grito a Fabi que quería comérsela, jeje, en frente de su flaca Di, quien se molestó horrible y casi le patea el tesorito a su novio, pero dicen que los borrachos no mienten.
Luego cayó Yoseph, quien usualmente no bebe y comprendimos por que, se puso mal, empezó a vomitar, vomitó su alma (eso dicen) y ensucio todo el baño de servicio (aunque no comprendo porque se fue hasta ese baño). Llegaron los viejos de Ioa y pasaron por la terraza a chequear las buenas costumbres. Motivo suficiente para que Di se fuera a dormir (pero no estaba bebida), Ioa fue tras ella y pensamos que eran lesbis.
Sergio fue al baño (dizque a orinar) pero nunca mas volvió. Sao se despertó y se puso a bailar con Fabi, luego se volvió a sentar para seguir bebiendo. Y más no sé, porque yo caí.

Me desperté en la mañana porque tenia una sed con la cual podía tomarme todo el mar. Me doy cuenta que solo tenía mi camisa “estilo Bisbal” y la pobre estaba súper arrugada. Veo que Yoyo duerme a mi costado pero los demás están despatarrados en el piso, las camas están vacías. Y el retaco de Rixi (hermano de Ioa) no parece estar, su cama sigue intacta. Me pongo mi bermuda para luego salir en dirección de la terraza en el tercer piso, una vez ahí, quedo cegado por un sol radiante (ya lindante con lo asqueroso), parecía que se había descolgado el sol porque ardía la piel. Veo a Juanxo, bajo una sombrilla, el Bacardi, y Coca Cola. Me dirijo hacia ella y veo que Juanxo no esta solo, pues también esta Juampi, Sao y Katty. Como anécdota les cuento del aguante de Katty es mejor al de todas las flacas y al de no menos patas, alguna vez que llegamos de un matrimonio a su casa (ella, Juanxo y yo), y estábamos algo picaditos pero con ganas de seguir tomando. Ella se portó con una botella de Anís del Mono, que nos tomamos pura, enterita los tres y por igual. Ahí me demostró que tenia hígado de hierro.

Mientras bebo gaseosita, me entero que no habían dormido nada (excepto Sao), que se habían bañado en el mar, que Dunkin se había caído por las escaleras cuando se dirigía al baño y lo encontraron durmiendo en el piso adolorido, que corona, cetro y banda para él mas borracho de la noche había sido otorgado a Arturo, quien había hecho escándalo... y nudismo, jajajaja. Me la perdí, pienso mientras me maldigo mentalmente.
Aun quedaba una botella entera de Bacardi y algo de vodka Paramonga, así que la elección fue obvia, tomamos un poco. Lo difícil es el primer vaso, pero luego de este los demás se escurren por tu garganta como si fuera seda.
Después de almuerzo celebramos el cumple de Juanxo, comiendo y bebiendo, pero mas de lo primero. Pero eso fue una chupadera aparte, por lo tanto no entra en el rubro de año nuevo. Recién el miércoles en la mañana me regresé a Lima, por lo tanto un agradecimiento especial para Ioa y sus viejos, son lo máximo.

Servidos señores y señoritas.

miércoles, enero 03, 2007

GREAT EXPECTATIONS

Empezar un nuevo año es una oportunidad adicional para enmendar errores pasados, para poner en practica nuestra experiencia ganada, para dar inicio a nuevas metas y concluir otras tantas, para aprovechar esa suerte que significa estar vivos.

Como la mayoría, tengo demasiadas expectativas depositadas para este futuro inmediato, lo espero ansioso pero con mucha inocencia a la vez pues todo debe caer por su propio peso. Si todo sale bien, este año nos graduamos (Ivi, Dunkina quien tronaron en topografía el año pasado-, Sao y yo), me independizo “a la fuerza” (pues mi hermano se va de casa para formar su propia familia), empiezo mi vida laboral de por vida (si es que no me decido por complementar mis estudios o iniciar otros extrañamente opuestos), se me casan un par de amigos, espero retomar una amistad que quedó inconclusa –por una bobería- hace mas de un año, y sobre todo, quiero seguir lo que ya he empezado.

Siendo menos concreto y más soñador, diría que espero para este año que recién empieza:

Yo quiero lluvias que mojen mi rostro y la seguridad de nunca olvidar el sonido del mar. Yo quiero películas que me hagan soñar y música en el aire que me haga emocionar. Yo quiero lucidez en mi mente para imaginar y mis recuerdos quiero conservar. Yo quiero salud que me permita continuar y nunca perder la sensibilidad de mi paladar. Yo quiero encontrar un amor que me conduzca a la estabilidad sentimental y amigos que me acompañen en mi andar. Yo quiero a mi familia unida para poderla abrazar y una mascota que desinteresadamente me reciba al llegar. Yo quiero que este mundo se convierta en un mejor lugar y mantener por siempre mi tonta ingenuidad.

Mucha suerte para este año a todos ustedes, amigos y colegas bloggeros.
Ninja!