lunes, mayo 28, 2007

CRONICA DE UNA CITA PASMADA

Mayo, junio y julio son los meses mas amables de mi calendario social, todo debido a que los cumpleaños de los respetados colegas de la manchita se suceden uno tras de otros y eso es, un compromiso ineludible para este eterno adolescente que disfruta del cotilleo y los eventos de confraternidad amical, que se desprenden de reus como estas. Lamentablemente, este año es diferente, ya que tengo restricción con el alcohol, el cigarro, la danza tribal y todos aquellos placeres terrenales que hacen de una vida cualquiera, una un poco mas divertida. No es que lo nombrado sean los únicos ingredientes para amenizar una velada cualquiera; pero en mi caso, francamente ayudan en su cometido de no tener una noche hortera.
Pero nada, que de majadero tengo poco, asumo con responsabilidad las restricciones del médico y espero para futuro recobrar las juergas perdidas, quizás eso no sucederá en los meses próximos, pero bueno, siempre queda la esperanza del siguiente año.
Con ese panorama, me tragué mi orgullo, me quedé en casa para los cumples de Orlando y Charrun Cachun, el siguiente sería el cumple de Di, epítome de la temporada y referencia obligada si lo que se quiere es tener tema de conversación para las semanas venideras, y es que siempre, esta reuma termina en un desmadre de esos y si yo pretendía seguir como miembro activo de mi manchita, no me la debía de perder.
Estuve amenazado con mas de quince días de anticipación por la futura agazajada, entonces yo estaba pudriendome de enfermo y lo que menos quería era que alguien me vea en estado caquéctico (estoy exagerando pero para que se den una idea: caquexia es según wikipedia "...estado de extrema desnutrición, atrofia muscular, fatiga, debilidad y anorexia en personas que no están tratando de perder peso. Puede ser un síntoma de varios desórdenes fisiológicos..."). Así, bien sabía yo que no podría estar presente en aquel cumple; hasta que sucedió el imprevisto: en mi última borrachera como civil, un indiscreto amigo se fué de boca y descubrió un secreto de esos que son la comidilla. El hecho no tendría nada en particular por ser ajeno, pero lo que develaba era una posibilidad en mi carrera por encontrar mi partner, y eso, llamenlo "transtorno del soltero que no quiere ser soltero", incitó en mí mas que curiosidad y una promesa interna: ¡Ese cumple no me lo pierdo por nada del mundo!. Poco importaba que yo no conociera a la otra persona en cuestión, ya me las ingeniaría para auto-presentarme, con una genialidad del tipo: "Hola, por que tan solito" (aunque eso sonó mas regalón que sexi).
Y como supondrán, mis planes se fueron al caraxo por lo que ya les he contado, pero aún así, decidí asistir... y eso fué este fin de semana recien pasado. Aquí la crónica.
Estaba resignado a ser el hombre-mueble de la noche, ya que no podía hacer mucho en esa fiesta, mas que mirar, cosa que no tiene precio ni complicación clínica. Ya había contado a más de un amigo mis secretas intenciones para esa noche, claro que la cumpleañera ni se las olía, hubiera sido una descortesía que se enterara, cosa que finalmente sucedió.
La propuesta fué concentrarnos en casa de Di, beber algo, para aflojar la lengua y después cuando este bien entrada la noche zafar a alguna disco para bailar y terminar de coronar la juerga. Enterado de esto, debía ser rápido, ir directo al grano y evitarme los preámbulos: llegar, socializar, socializar mas con aquella persona y obtener una promesa de caballero para una futura date e irme a mi casa, no más, no menos.
Esa noche me puse como figurín, no escatimé en detalles para estar bien futre y evitar una patinada, llevé el auto porque como no puedo beber es carta libre para conducir, lo malo fué que me comprometí ha recoger a Katty y Juanxo para llegar juntos, y la idea de ellos era estar en casa de Di, plan de 9 pm, no coincidiendo con mi idea de aparecer al descuido a la medianoche. No llegamos al concenso y como consecuencia ellos usaron un taxi; por cierto, que me mandaron al caraxo por poco colaborador y esa noche la flaca ni me hablo, así que estoy en plan de hacer mejores migas con Katty, para hacer mas amena la cuestión.
Llegué recién pasada las once, me había propuesto llegar mas temprano para maximizar mis oportunidades pero para variar, me topé con un operativo contra los conductores ebrios (especulo) en las inmediaciones de El Derby y una tomberita hizo lo propio con este pechito. Mi aliento a Listerine y mi sonrisa de picarón aceleraron el tramite para finalmente salir al garete.
Llegué a la casa en cuestión y me informaron que para ese momento pensaron que ya no asistiría, luego de saludar a la cumpleañera y los colegas, me atrincheré en un rincón lo bastante lejos para echarle ojo a la distinguida visita y lo bastante cerca a la terraza para evitar el humo nicotínico. En algún momento de la noche, mientras participaba del cotilleo del momento, le ví. Dejé de prestarle atención a la charla y a los amigos, para chequear con sumo cuidado el objeto de mi intriga, me entró vergüenza ajena y pánico escénico, eso de presentarse solo a un pata (que se encontraba rodeado de sus patas) me pareció un acto de suicidio social, se ganarían con el pase mis amigos, sus amigos y sobre todo, Di. Así que me acojoné como dios manda; mi cara de perdedor se puso roja, me volvió la taquicardia y la sudoración, no quería ni atravezar el salón, no quería ni que me vieran, pensé en huir cobardemente pero entonces un par de codazos en la guata que no tengo me hicieron volver a la realidad.
El de los codazos era Emilio y tenía una extraña sonrisa en el careto, pensé por un instante y maldecí mi lenguna por su afición a ventilar anticipadamente mis planes. Él venía con el ultimatum: "¡en quince minutos zafamos para otro lado, así que si vas a hacer algo, debe ser ahora!". Ya fué... no tengo animos para ponerme en plan de coqueto, me escuché balbucear.
¡Que xu... ! Resignación (¿o valor?), dicen que siempre hay que poner la otra mejilla en estos casos, así que le ví el lado amable y pensé que al menos llegaría a casa a tiempo para ver la repetición de Saturday Night Live. Estaba piconazo, definitivamente me cuesta acostumbrarme a este ritmo sosegado, nunca es tarde para el mea culpa: ¡Yo quería chupar hasta el final, cagarme de risa de la gente que baila al ritmo de Shakira y Britney, emborrachar a Roberto (pollo entre los pollos), seguir a la patota donde fuere, jugar botella borracha, bailar New York city boys (de Pet Shop Boys), comer mucho tequeño con salsa huancaína e irme a casa con la seguridad y tranquilidad de ser un poco mas cómplice de mis amigos!
Pero no, mientras ellos se irían apretujados (cachete con cachete y ombligo con ombligo) hacia no se donde, con la promesa de la juerga perpetua en horas nada Disney; yo debería irme en calidad de polizonte hasta mi convento donde purgo condena por un crimen que no cometí. El mundo soñado de los padres beatos. ¡Que suerte!
Aproveché el pánico que antecede a la salida y mientras ellos alardeaban de quien tenía la flaca mas guapa y ellas entraban al baño casi de a media docena para contarse el último chisme de la noche mientras se retatuan el maquillaje (no es broma, pude ver que se metieron al mismo tiempo Cynthia, Fabi, Ivi y La torito). Solo me despedí de la cumpleañera con su respectivo besuki, me dijo que era un aguado por no acompañarlos (mientras yo pensaba que si pagaba una entrada en algún lugar para no hacer absolutamente nada adentro, sería un absoluto idiota) y me quité sin llamar la atención. Saliendo del jardín estaba el otro dueño de casa, sí, el mismo que estan pensando (ahora entenderan el pequeño detalle) y era la oportunidad para un chispazo de valor, pero no sucedió. Pasé de largo, mientras le dije que había estado todo muy bien (verdad a medias) y adios.
Una vez afuera, no podía salir. Algun chistosito había colocado torpemente su caña (auto para mis amigos extranjeros) y bloqueaba la salida de los tres autos que habían estacionados, aunque solo me importaba el mío. Para entonces, yo derramaba lisura a diestra y siniestra por semejante genialidad.
- Toc toc toc (mi mano contra la puerta, no usé el timbre).
Obviamente abre "el objeto de mi afecto" y le pregunto si sabía de quien era el auto aquel, y él sabía, era de uno de sus coleguitas que le acompañaban. Me dice que espere un momento "causita", que ya le avisa. Not problem, dice "causita" (o sea, yo). Soy conciente que tengo una oportunidad para aprovechar y hacer algún vínculo, pero necesito tiempo; estoy dispuesto a chocarme contra el árbol para obtener un par de minutos, ojala no sea necesario.
Al rato salen los compadres estos, con una sonrisa de oreja a oreja. Es oportuno decir que recién deben andar estrenando DNI y es lo que yo llamaría un par de "pre-púberes", ambos discuten en mi cara para ver quien saca el auto (una característica que identifica a los pre-púberes es su inmadurez, queda claro) y el que finalmente logra su cometido es el coleguita que me inspiró a ir a la reu, entro en un mutis total y nuevamente con la cara de perdedor, solo atino a mirar como enciende y mueve el auto unos metros.
Estando yo desprevenido, el otro coleguita, a quien denominaré "Godinez" (no pregunten) me dice sin titubear: "Oye, tu eres el gay, ¿no?"
Impávido, la cara roja tomatina y casi me atoro con mi propia saliva. Pasa por mi cabeza aquella línea de La Agrado, el entrañable personaje de Todo sobre mi madre de Almodóvar: "Esta juventud no le hace ascos a naa (sí, con acento de andaluza)".
No respondo al momento, me la pienso y luego digo algo como: "Ahhhh, si pues". Godinez se caga de risa en mi cara y yo le quiero romper la cara. Que se ha creído este escuincle. Luego, dirigiendose al objeto de mi afecto, le dice: "Que te dije, que te dije, si era él". Los dos se miran las caras y se vuelven a reir... de mí. Juraría que oí reir al guachi que esta a pocos metros (seguridad privada para los foráneos), desde su caseta, al final de la cuadra. Me sentí desvestido. Solo atiné a meterme a mi chachi dispuesto a largarme.
- ¿¡Puta, por que te asas!?, ¡Oe, huevooon, no seas escénico!, oigo decir.
- No, no hay drama, digo.
- ¿Por que te palteas?, me dice Godinez.
- Yoo oo no estoy palteado, digo en mi defensa.
- Mira aquí, Godinez me señala con el dedo mi propio espejo retrovisor y se vuelve a cagar de risa, y en mi presencia. El objeto de mi afecto también se ríe.
- Oe, nosotros también somos, confieza el impúdico Godinez.
Que desparpajo (pienso), ¿donde estan los valores? (vuelvo a pensar). Imagino que el guachi levanta las manos como la paisana Jacinta y dice al cielo "estos gays, ¿quién los entiende?"
Minutos despues me fuí de casa de Di, pero no me fuí solo, aunque tampoco me fuí con la cita. Me enteré que Godinez era la cita de mi cita. Nadie sabe para quien trabaja, dicen. Al menos no me fuí a casa, ya que la continué; aunque sin mis amigos, ni la cumpleañera, en medio de una escapada top secret, que no fue tan secreta porque alguien me tiro dedo (no se quien fué).
Hoy lunes soy el mas solicitado vía telefónica por mis amigos, ya se corrió el rumor; me enteré que Di anda recontra asada conmigo y con razón. Me zafé de su reu por irme a otra reuma con gente que no conocía (pero ahora si) y aunque no pude cambiar mi condición de hombre-mueble esa noche, me diverti a morir.
Hoy tuve control con uno de los médicos y me dijo que andaba con la frecuencia cardiaca súper elevada, me preguntó si había desacatado sus indicaciones, yo le contesté que nada de eso, aunque aún siento la adrenalina a flor de piel, y es que el fin de semana estuvo de putamadre, como para no perder la costumbre.
El doctor me aumentó la dosis de los fármacos (por tercera vez consecutiva) y me dijo: "Esta juventud va a mil por hora, quiera o no". Yo solo moví la cabeza en señal de aprobación.
Nota de cierre de edición: Si me animo, aún no estoy del todo seguro les cuento en otro post la segunda parte de la historia. Ya veremos.

6 Comments:

Blogger MAR said...

PAO: QUE BIEN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
AL FINAL TODO TE SALIO A PEDIDO JAJAJA, BUENO EL MAL RATO OJALA TE LO HUBIESES EVITADO Y LA ENFERMEDAD TAMBIEN, PERO ESA NOCHECITA TE LA ENCARGO!!!!!!!!!!!!!
ESTOY FELIZ POR TI....
BESITOS,
MAR

6:06 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Estimado Pao, largo el post pero valió la pena.... entonces tu enfermedad por la cual debías cuidarte se fue al tacho, fuiste a una reuna, luego a otra (aunque esto no me queda tan claro) y finalmente, las cosas cambiaron, no te fuiste con el sujeto de tu afecto sino que aparentemente te fuiste con otros sujeto de tu afecto a esa nueva reuna, jajajaja, si Pao así de confundido quedé.

Esperaremos la fe de erratas, jajajaja.

Nos leemos.

12:45 a.m.  
Blogger Dragón del 96 said...

Lo mejor de todo es que la pasaste bien a pesar de los incovenientes de salud, no me imagino hacerla de mueble alguna vez, aunque si nunca he dejado de tomar, dejar de fumar si me ha afectado en ciertas ocasiones.

Ya mejores juergas apareceran!

Slaudos.

3:33 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Pao para variar me quedo pegadazo con otro de tus posts, escribes de la PM. Ojalá y te animes a la segunda parte (y con lujo de detalles).
Cambiando de tema, no dejes de cuidarte, para estos rollos de salud lo mejor es tener ánimo y paciencia.
D

3:00 p.m.  
Blogger Gabriel said...

es una odisea total... y de verdad a cuidar la salud

salud contigo!!

8:01 p.m.  
Blogger Ana said...

todo lo que tuviste que pasar Pao, pero finalmente la pasaste muy bien y eso es lo que vale la pena ;o)))
que buenoooooooooooooooooooooooooooooooo!!!

1:23 a.m.  

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