¡DESPAVILATE AMOR!

Aviso de servicio público:

Joven veinteañero con buen gusto, ecléctico y divertido, en excelente estado de conservación; solicita prospecto de novio con fines serios, para iniciar una relación madura, intensa e interesante. Están garantizadas amenas charlas, entrañables caminatas bajo la lluvia (siempre que el clima ayude, claro) y uno que otro arrumaco; pero sobre todo, y aquí radica lo mas importante, mucho amor, en diversas manifestaciones.
El compromiso que este manifestante pretende adquirir incluye todos los preámbulos del cortejo, la siempre incómoda first date y los nerviosismos típicos que anteceden al primer beso. El sexo en el primer encuentro queda excluido, requiere un poco de confianza y un tanto más de deseo para que se empiecen a negociar las fronteras y las soberanías del cuerpo; queda en agenda para la segunda cita… bromeo, como siempre.

Por favor, abstenerse locas histriónicas, fármaco dependientes, gays no convencidos, fetichistas de la ropa de mujer y practicantes del amor libre con animales (¿acaso una traición mojigata a Zoofiesta?... claro que no; menage a trois y swingers son bienvenidos). Esto es una precaución comprensible pues esta implícito el riesgo de recibir gato por liebre, en este tipo de intercambios honestos no hay mejor precaución que la prevención; claro que, nunca faltaran aquellos que hacen oídos sordos de las advertencias. Así que se recomienda leer este párrafo detenidamente mas de una vez y si no se cumple con los requisitos…¡fuiste! No me hagas perder el tiempo, no bromeo.

Oh dulce celestina, que has hecho de mí. Verme arrastrado a la necesidad de la humillación masiva y del escrutinio público; todo porque soy un perdedor en las artes de la seducción a desconocidos (aunque te confieso que esto me parece un acierto) y tu no has hecho bien tu trabajo de emparejarme con sabiduría, confiando en la instintiva necesidad que tenemos las personas por encontrar a alguien a quien amar. Y ahora debo ser yo el que debe decirte que lo has hecho todo mal, pues te olvidaste de aquellos torpes de corazón, desterrados del convite para dos, huérfanos condenados a elegir siempre la segunda mejor opción; generando falsas expectativas e innecesarios amantes, propiciando la ruleta rusa una y otra vez.
Así es celestina, esto de emparejarse es un ejercicio dificilísimo, en donde muchos deben conformarse con ser eternos errantes en busca del verdadero amor pero no se dan cuenta que es un ideal difícil de alcanzar, conformándose con lo que llegue para mantener ocupado el excedente de tiempo libre que se tiene, siempre al tanto de una mejor oferta hacia donde migrar y con la consecuencia de dañar sentimientos legales; al fin de cuentas una pérdida de tiempo total, pero yo no quiero encontrar ocasionales que me roben solo un buen momento, yo estoy en la búsqueda de algo especial, que me haga olvidar lo que es la acartonada realidad y aquellas expectativas que no tuvieron buen final. No pido otra cosa mas, solo la oportunidad; de lo demás me encargo yo y asumo la responsabilidad, tal como debe de ser.

Los errores del pasado pueden ser un obstáculo para lograr el ideal de emparejarse con la persona adecuada, ya que no es posible continuar si es que antes no podemos olvidar.
He aquí lo que aparentemente es una necedad, pero quien sabe. Yo quiero creer que dejamos huella en aquellas personas que alguna vez llegamos a amar y que quizás nunca les olvidamos del todo en este aprender constante que significa madurar, además que la experiencia no tiene precio. Una manera personal para no cometer los mismos errores y evitar que estos se conviertan en una constante en las relaciones que alguna vez nos aventuremos a tener, ya que la inseguridad puede ser un factor importante para no tratar de conocer a alguien especial.
Quizás esta bien no olvidar, aunque queda claro que para volver a empezar hay que tener los líos resueltos, para que los fantasmas del pasado no regresen a atormentar en el momento menos adecuado. Supongo que hay personas que toman esto con mas deportividad y eso de tener presente aquellos amores del pasado esta de más; pero me parece que es especial mirar hacia atrás con nostalgia y recordar.

Que se podría necesitar para volver al ruedo de los ligues, supongo que para empezar, nada mejor que la mentalidad de querer ligar, estar dispuesto a compartir este momento de la vida con alguien más; es cierto que a veces es menos complicado (y mucho mas saludable) estar solo por elección, una manera de protegerte de los problemas de a dos que pueden llegar a ser francamente pesados de soplar, pues no es cualquier cosa andar con alguien ya que asumes tácitamente lo que la otra persona se cuece, nos guste o no. Aunque claro, el cuerpo siempre avisa cuando es el momento adecuado de colocarse el ridículo cartel de “disponible” en la frente.

Ahora, la lógica dice que se maximizan las posibilidades de conocer a alguien interesante si se está en el lugar correcto y a la hora indicada, pero… ¿dónde esta dicho lugar? Sabiamente pasan por mi cabeza los lugares de siempre, aquellos atiborrado de gente tan diferente, como para no equivocarnos al momento de hacer la elección, aunque cada uno tiene sus propios métodos para ir de cacería yo me encuentro en desventaja, pues para mí no funciona lo antes dicho por entendibles razones: mi círculo de amigos es completamente straight (al menos aún nadie más ha dado la sorpresa) y no frecuento los lugares destinados para el público gay, así que menudo lío.
En otras palabras, poco voy a ligar entre los nobles heterosexuales y estoy conciente de esa limitación y por mas que algún amigo me haya comentado sabiamente que “en estos tiempos el que menos resbala”. En cuestión de gustos, particularmente no me siento muy cómodo en estos lugares, ya que he ido alguna vez pero de puro sapo y siempre escudado por mis amigos, pero todo no paso de ser una aventura de borrachines curiosos; en estos ambientes como que la gente va descaradamente a lo suyo, omitiendo los preámbulos en el negocio de levantarse a un incauto con propósitos usar:desechar, hay demasiada pose y no menos disfuerzos, un empacho del exceso para mí.

Yo me lo tomo con paciencia, mientras tanto continúa la espera, aunque eso no significa que este con la guardia baja, pero tampoco se puede ir por la vida en una eterna temporada de apareo (disculpen la sutileza).
Mi táctica para cuando deseo conocer y/o provocar a alguien se refleja en la forma de vestir, mas prolija de lo habitual: un buen baño que quite la chasquilla y las ojeras del rostro, un pantalón básico de corte clásico (como el Levi´s 501) es en definitiva el mas sentador, un polo o camisa bien planchada. Están vetados de mi armario las tallas pequeñas, todas las prendas archi apretadas adquiridas con el objetivo de lucir las dotes con que madre naturaleza me proveyó, ya que la idea es sugerir y no enrostrar la mercadería personal.
Yo no uso mucho los perfumes artificiales, así que lo dejo como opcional según el momento; la sonrisa Kolynos no tiene pierde y la actitud segura que no debe faltar nunca, hay que trasmitir la confianza.

Ahora, dicho todo eso… ¿y si aun no hay resultados? Maldita sea, me quedé sin argumentos, esto explicaría muchas cosas de mi actual soltería, aunque no es el momento de ser pesimista.
Lo que si tengo, y mucho, es ingenuidad. Montarme un post entero dedicado al amor que no tengo es un exceso patético; pero bueno, el amor esta en el aire, ahí y aquí, solo hace falta encontrarnos para respirar del mismo y entrar en cuenta que algo ahí nació.

Como sea y donde se encuentre, estoy a la expectativa desde hace un tiempo; quizás lo que espero sea un ideal que no existe como tal, ya que somos comunes mortales llenos de defectos. Pero así sea con mas o con menos, lo que a mí me hace falta es una dosis de realidad, que pueda estrechar, ver y tocar, en otras palabras, que pueda amar. Por eso y para que no me ampaye con la guardia baja, empieza a despavilarte amor pero despavílate bien, que ahí llego pronto yo.