10 COSAS QUE ODIO DE MI

Lo que estoy publicando en este momento es un concienzudo y franco auto análisis sobre las cosas que tanto odio de mí, pese a que no debería darles a conocer esta información debido a que pueden prejuzgarme. Pero a pesar de estas pequeñas imperfecciones, que forman parte de mi personalidad, de quien soy yo, y puede que al contarle a ustedes –publico culto y sensible- vea una manera de liberar mis estigmas y de superar mis fobias.

1.. Soy muy impulsivo: cuando algo colma mi paciencia y me saca de mis cabales tiendo a explotar emocionalmente, salpicando de heridas emocionales cual ráfagas de metralla e hiriendo a personas que en muchos de los casos aprecio mucho. Casi siempre digo lo que pienso sin medir mis palabras, mandando a la mierda a quien tenga enfrente si la ocasión así lo amerita. Lo único rescatable es que mis accesos de furia no duran mas que unos minutos y luego me lo pienso mejor, pido disculpas en caso que sea necesario, no me corto con ello; pero si realmente no me retracto en ese momento de lo dicho, no lo hare jamás.
2.- Desidia: tengo la “mala” costumbre de ser muy entusiasta para todo, para crear, para dar inicio a algo, para innovar; pero a la hora de los loros dejo todo inconcluso, si supieran la cantidad de cuentos que tengo a medio hacer, caricaturas dejadas a medias, cosas que jamás llegue a comprar, trabajos voluntarios dejados a medio camino, amistades inconclusas, y un largo etc. No sé a que se deba esta perdida de interés prematura, pero por suerte las a veces me comprometo de corazón y lucho contra todo para llevar a cabo mis objetivos. Fácil que algún día dejare este blog, vegetando en lo infinito del cyber espacio y bueno al menos están avisados.
3.- Excesivamente borrachoso: realmente no estoy del todo seguro que sea un defecto, pues también puede ser un don, todo depende de con que vaso mire; porque me han dicho que cuando estoy ebrio soy mas divertido aun, más directo, mas franco y más excesivo. Lo malo es la evidente perdida de la noción del tiempo y de toda responsabilidad a mi cargo, cuando estoy ebrio no atiendo a provincias.
4.- Muy sentimental: excesivamente sensible cuando no debo serlo, aunque sé controlar mis emociones muy bien, algunas veces cuando debo mantener el temple se me sale la niña mulata esclava que tengo dentro y me pongo muy feeling, si hay injusticia de por medio no tengo pudor alguno para derramar mis lagrimas nada superfluas ante la vergüenza de mis amigos. Pero bueno, es que hay cosas que me dan mucha pena, y soy de carne y hueso, ¿se imaginan como habré berreado el día que conté toda la verdad?, jaja, pues peor que Candy.
5.- Demasiado racional: aun no estoy seguro si es mi espíritu servicial el que habla o sencillamente una manera de demostrar mi sapiencia, pero cuando alguien tiene una duda por más ligera o compleja que esta sea, siempre y cuando sepa la respuesta, no paro hasta hacer entender a la persona involucrada la razón de las cosas, no reparando en el tiempo, nombres científicos, datos antropológicos y mucho floro, me vuelvo muy maniático del saber y todos tienen que estar a mi nivel, o al menos eso creo.
6.- Tengo la boca muy sucia: seis de cada diez palabras que pronuncio –incluidos los artículos- son lisuras de todo calibre, nunca me muerdo la lengua en expresar mis ideas con los ajos necesarios para darle el énfasis requerido. Aunque eso demuestra que soy muy verdadero y con todos me expreso igual, pero más de una vez la gente me ha hecho saber su incomodidad sobre mis dulces palabras que derramo a diestra y siniestra.
7.- Soy muy vicioso: pues me he “enviciado” de cada novedad que llamo mi atención alguna vez, e incluso aun no me he emancipado de varias de ellas que arrastro aun como recuerdo de mejores tiempos. He pasado por todo: el atari, el max play -¿lo recuerdan?-, el nintendo, el supernintendo, los cigarrillos, la red, y alguna que otra sustancia ilegal –jajaja, mentira- que me ha hecho entrar en la idea que tengo una vida muy adictiva.
8.- Jodido: soy muy latoso, y la mejor manera de demostrar esto es contando hasta donde llego por hacer pasar a la gente malos ratos, pues agarrense, alguna vez tuve la idea e convencer a mis amigos para llenar globos de carnaval con agua en pleno agosto y cuando teníamos ya una muy generosa provisión, ir por la noche escudados en una camioneta hasta Barranco y bombardear a la gente que a esas horas se dirige a las discotecas o pubs muy chulos, jajaja. ¿Se imaginan mis ataques de risa?. ¡Qué lastima que aun falte un tiempo para agosto!... porque tengo unas ideas. Así mantengo en funcionamiento mi mente maliciosa.
9.- Soy muy enamoradizo: es un gran defecto descubierto por mis amistades por que tiendo a ilusionarme con la gente, a crear expectativas, a vivir de escasas ilusiones, a planear secretamente, y como casi siempre esto nunca llega a mayores, provocándome una decepción muy vergonzosa, pues me toma mucho recuperarme y levantar cabeza. Pues yo tengo la culpa, por andar fijándome del primero que encuentro en Wong.

10.- Superfachoso: esta palabra acuñada por el que habla se remite a describir a una persona -yo- que se esmera mucho por lucir bien, y por favor no confundir con metrosexual, que nada tiene que ver, ya que la “facha” se refiere estrictamente a los trapos que uso y la manera como los combino, de modo que los lentes oscuros, mi mochila, mi zapatillas combinen deliciosamente, osea supèrfachoso, ¿manyas?.