LA INSOPORTABLE CURSILERIA DEL AMOR

¿Corazon bar? Porque el alcohol fue mi primer amor, hasta ahora.

Dicese de una persona enamorada que tiene el alma copada, no camina si no levita, tiene un ligero escozor en el cuerpo y una ridícula sonrisa impostada en la cara de la que no se puede deshacer ni mientras sueña.
Se supone que cuando alguien esta embobado, su calidad de vida mejora pues el amor es la cura para todo los males, la ansiedad, el mal humor, el estrés y según los más enamoradizos, hasta las alergias debido a que las defensas en este tipo de personas aumenta.
Dicen que el amor es muy adictivo, dependiente, contagioso al extremo que tus amigos solteros también desearan andar de amores para no desentonar.
Cierta canción advierte que: “El amor, la peor de las guerras”; porque es una batalla perdida de antemano, repletas de minas emocionales dispuestas a estallar ante un mal paso e hiriendo sentimientos honestos.

Lo que es el amor para mí y sin necesidad de vivir en una romántica ciudad como Paris, es una mezcla extraña de estupidez y alegría gratuita que termina transformando mis días en una lucha de supervivencia. Me explico: tontamente pierdo la noción del tiempo pensando que será de aquella persona y como consecuencia, olvido concentrarme al cruzar las avenidas, se me pasa el paradero, termino pagando doble pasaje; si estoy en clases me presento pero no escribo nada, cuando estoy acompañado hago caso omiso sobre la otra persona y descuido la conversación.

Por eso, estar enamorado es una idiotez; y lo que es yo, prefiero pasar por novio hortera, entregarle mis noches al botellón y a un instintivo amor propio en una ciudad diseñada para los más astutos, y yo con la guardia baja.
¡Ah no!, ¿yo así?... ¡jamás! Solo lo pienso tolerar esta vez por esa persona que me quita el sueño y que me impulsa rogarle a la Virgen de la Almudena –contra mi voluntad pues soy agnóstico- que me conceda un sueño apasionado con el causante de tanto alboroto. Debo reconocer que últimamente me ando sonrojando mas de lo debido (me pongo realmente rojo tomate). ¡Ni loco de amor que estuviera yo, por favor!.

Aunque pensándolo bien también tiene sus beneficios, en mi se refleja como inspiración y dedicación. ¡A por ello!
También me hace alucinar, viendo al gris cielo de Lima (color panza de burro) mas despejado y hermoso, y en una ciudad como la mia es de ciencia ficcion.
Optimizo mi tiempo libre en planear y conspirar un futuro posible, quien sabe... ¡Ya pues Almudena, hazme el favor!; pensándolo bien ya me lo concediste porque ya me ha dicho que me quiere... ¿será como amante?, uhm... pero, ¿cómo no amarme?. Me marketeo.
Soy fácil de querer, cortés, varonil, atractivo, tierno, seguro... ¡Yo lo quiero! Es posible entonces, después de mucho tiempo podré ser correspondido. Me lo merezco.

¿Y como es él?
Perfecto.

Tal como me lo recomendó el urólogo., aquel comentario-broma que pensaba era invento mío pero para nada, me cagaron con la respuesta que no transcribo por mi dignidad.

Ustedes dirán: Que sabandija este compadre en proclamar sus sentimientos por la red. Mi excusa fue un pequeño minidrama con tópicos en celos con el que me enfrente el día de ayer por parte de quien me robo el bobo. Claro que era solo una artimaña para que yo le demostrara mi amor.

- Mi blog entero te lo dedico –le dije, pero no me atraco. Quería algo más.
¡Agárrate!, que mañana hago un post sobre ti Alejandro Mazo (y sabe que pondría su nombre), aquí estoy cumpliendo con mi amenaza... que digo, mi palabra. Y lo digo: Te quiero huevon y mucho, tu lo sabes.
He decidido que no me importa el futuro inmediato si no el presente, porque estas cosas se viven en el día a día y si quiero sobrevivir al amor de una pieza debo tomar mas café. Ahora les toca a ustedes: empápense de amor aunque no será necesario porque el efecto domino esta por empezar.

¡Te lo dedico a ti, mi sureño bello!