ECHENLE LA CULPA AL PISCO

Escuche en las noticias la noche de ayer que el diario chileno "La Tercera”, informo que la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), reconocio al Pisco como producto de origen chileno, rechazando a su vez la posicion peruana que demandaba el mismo origen; y como es de esperarse para estos casos, nuevamente surge la polémica acerca de la denominación de origen, sobre si es peruano o es chileno en su defecto.
Sin querer nacionalizar mi perspectiva, menos aun quedar de antipatriota; a mí francamente este tema me tiene aburrido, harto y pasmado; es un lió innecesario, sobredimensionado y definitivamente tiene un trasfondo político, aunque lo nieguen.
No me importa si el punto de vista peruano es justificable aduciendo a la provincia de Pisco como cuna del citado aguardiente, me tiene sin cuidado si Chile rebautizo el pueblo de La Union como Pisco Elqui en el año 1939, para sustentar validamente y aspirar a la denominación de origen de su producto.

El tema para los peruanos no es eso, en realidad algunos aun no pueden olvidar que perdimos la guerra del pacifico, que nos quitaron Arica y Tarapacá y, malacostumbrados a quedarnos sin mamadera, deseamos aferrarnos con uñas y dientes a defender con sustento lo poco que aun podemos llamar autóctono.
Se supone que la guerra con Chile (1878-1879) termino hace mas de 125 años pero aun se respiran consecuencias de estos mal llamados tiempos modernos; que yo sepa los miedos y traumas no son heredables, pero aquí, echarle la culpa a otro es deporte nacional, así Chile es el responsable de nuestros problemas, y si no es Chile, involucramos a los pobres monos del Ecuador que no tienen vela en este entierro.

Reserva de Paracas en Pisco, Peru

Conozco que los mas afectados considerablemente sean nuestros productores, la mayoría de ellos aun siguen produciendo artesanalmente su producto y les es imposible competir con precios, distribución y mercados, con sus similares chilenos, con una mayor producción industrializada.
Hacer el amor y no la guerra, esperando que lean entrelíneas y entendamos todos que así con nuestros líos no llegamos a nada bueno, solo potenciamos rivalidades indeseadas; lo mejor seria compartir ideas, experiencias y hacerlo mejor en conjunto. Recuerden el dicho: “Si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el pozo”. Claro que juntos pero no revueltos, con respeto porque los mas interesados en este tema no somos nosotros los consumidores y aficionados, si no los productores a uno y otro lado de la frontera quienes tratan de mostrar las bondades de esta bebida espirituosa a escala mundial. Y a nadie en el resto del globo le interesa nuestras rencillas. Para un ciudadano de Tallin, Estonia; por citar un ejemplo, poco interés tiene en reconocer si la bebida que tanto le ha gustado sea oriunda de Perú o Chile, países tan exóticos que difícilmente podrá llegar a conocer algún día.

He tenido la suerte de visitar Chile en dos oportunidades y jamás me vieron raro, nadie se me acerco a enfrentarme diciendo: ¡el pisco es chileno!, ni cuando conocieron mi nacionalidad, nunca escuche un: ¡peruano... fusilenlo!.
Todo lo contrario me sucedió en Barcelona –dato curioso: mi ascendencia directa es catalana debido a que mi padre es natural de la provincia de Girona, Catalunya-, pues los catalanes no podían (ni querían) entender mis argumentos que yo, habiendo nacido en Perú, “osara” a definirme como medio Catalán, muy “a la ceba” ellos, me miraban de arriba abajo cuando yo exponía mi posición, de nada sirvió comentarles que hablaba algo de catalán o que había currado alguna vez en Les Voltes. (Nota de viaje: “Les Voltes” es una librería ubicada en Sant Feliu, Girona; especializada en textos íntegramente escritos en catalán y que son muy selectivos en la selección de su personal).

Pueblo de Pisco Elqui en La Serena, Chile

Así que dejémonos de oportunismos y los canales de televisión, por favor, quienes cada vez que este tema es debatido se les da por visitar bares de antaño y preguntarle a borrachosos nacionalistas que piensan de lo que los atrevidos chilenos pretenden hacer con su Pisco. Hay Pisco suficiente en nuestras bodegas hasta para que Ecuador se una a este albedrío sobre la pelea de “denominación de origen”.

El nacionalismo hay que vivirlo y exclamarlo, no demostrarlo con arrebatos, estemos en lo correcto o no, pues pecamos de problemáticos ayayeros. Que importa si mañana los bolivianos exclaman que el ceviche vio luz por primera vez a orillas del Titicaca, que los colombianos afirmen que la marinera es un baile típico de Cartagena, que los españoles proclamen al caballo de paso como una línea de su tierra. ¿A quien le importa tanto lió gratuito?, con lo complicada que es la vida en estos días.
Hay que dejarle el veredicto al extranjero especializado y no me refiero al turista, que cuyo paladar en busca de la más fina bebida que nació en nuestro continente, que sea él quien decida y la someta a juicio, la de mayor calidad en que lugar encontro mejor evolucion: ¿Perú o en Chile?, que saque sus opiniones y lo que concluya que lo comparta con el mundo, dudo mucho que le hagan algo mas de caso del que nos hacen a nosotros los sudacas.


Aprovecho la reiterada mención a mi vecino del sur para saludar a los chilenos: Pedro, Constanza y Alejandro; amigos de ayer, hoy y siempre, quienes nunca me han tratado de manera belicosa.
¡Salud muchachos, con cava española!