OIDO A LA MUSICA: "BJORK"
Para comenzar es poseedora de un atractivo exótico e implacable, complementado con su aire de ninfa traviesa. Pero eso esta lejos de ser lo principal. Su cautivante presencia contiene una de las más singulares voces jamás escuchadas, cuyo hechizo abarca desde alaridos relampagueantes hasta sedosos susurros y balbuceos.
Como compositora, Bjork se ha distinguido por manejar una estética contrastada, que mezcla sonidos electrónicos y naturales, combinando armónicamente texturas ásperas con otras de vaporosa evocación. Lo mismo va por el lado rítmico, en el que han convivido las rutinas dance con ambientes más introspectivos.
Probablemente la islandesa más famosa del mundo, Bjork comenzó a estudiar música desde los cinco años, editando su primer disco a los once. En su adolescencia integro distintas bandas de música experimental y punk, hasta que comienza a ganar notoriedad en el ambiente New Wave nórdico a partir de su participación en las bandas Kukl y, sobre todo, The Sugarcubes, cuya salida internacional (llegaron a hacer tour con U2) le sirvió para lanzar su carrera solista.
Una vez que se hubo mudado a Londres, Bjork comenzó a relacionarse con la exquisita escena dance británica, donde conoce a Nelle Hooper, productora de su primer álbum, DEBUT (1993). Dispar en cuanto a la acogida de la critica, fue sin embargo un suceso de ventas, consolidando su fama en Estados Unidos. Junto a la candidez característica de su interpretación vocal –a veces juguetona, otras dramática-, la percusión tribal es la protagonista de este álbum, en el que también intervienen teclados, arpas, vientos y tablas. El ambiente del disco, que recoge inspiraciones de la música electrónica ambiental y algo de jazz, es luminoso y dinámico, si bien no evita momento de sosiego como en Like someone in love, Human behaviour y Big time sensuality fueron éxitos instantáneos.
Considerado por muchos como un clásico insuperable de la década, POST (1995), su segundo disco, lleva las tendencias experimentales en ritmos y texturas a una mas osada comunión con el pop; prolongando el espíritu ecléctico fundado en Debut, obteniendo una postmoderna amalgama de swing, jazz, jungle, hip-hop, ambient, tecno, industrial y dance. Como un serafín salvaje, Bjork inculco a su voz una dosis mayor de misterio, que colabora con el imaginario surrealista de las letras.
Al año siguiente, Post tuvo una secuela en TELEGRAM. Pasmosa colección de remixes de ese disco. El resultado es un disco cuya originalidad, pese a las circulaciones obvias con su predecesor, le da toral autonomía gracias a la colaboración de músicos que ayudan a refrescar antiguas melodías.
Aunque menos redondo que Post, HOMOGENIC (1997) es un proyecto mucho mas maduro y personal, en el que se abandona la vena dance por una apuesta más emocional que sensorial. Bjork toma un papel mayor en la producción, asistida por Mark Bell. Desde la portada, nos introducimos en un territorio ambicioso y sofisticado. Sin duda, la factura sonora es más elegante. Los contrastes se suavizan, de manera que el usual collage de estilos logra una mayor armonía. Aun más innovador que sus predecesores, aquí la cantante islandesa expresa una mayor madurez, reflejada en el tono intimo del disco, cuyas cuatro primeras canciones pueden considerarse como obras maestras, en especial la suprema Bachelorette. A nivel lírico, las letras contienen un aliento más espiritual y reflexivo que Bjork entona con una melancólica sabiduría deudora de sus raíces nórdicas.
Aun más experimental que sus anteriores placas, SELMASONGS es la banda sonora de la película Dancer in the dark, filme musical que mereció galardones en Cannes para el director Lars Von Trier y para la propia Bjork, actriz debutante.
Este disco es sin duda él más sombrío y experimental. La factura sonora es más áspera y densa, la percusión abandona el pulso dance para desarrollar ritmos más industriales, a los que se agrega una orquesta más intensa y atmosférica. Sonidos del filme, como las maquinas de una fabrica (en Cvalda) y los trenes (en I´ve seen it all) son manipulados rítmicamente, recreando los delirios musicales de la protagonista. Además de Bjork aquí intervienen Catherine Deneuve y Tom Yorke (vocalista de Radihead).
2 Comments:
tengo casi todos los discos Bjork, me falta el "Telegram" y los ultimos que salieron de recopilacion, me gustaba ya desde su epoca con los Sugarcubes y esas canciones clasicas como "Regina", a veces suelo jugar con mis hijos con la cancion "Oh so quiet" ya que tiene ese sonido Shhh para hacer silencio y trato de que ellos se callen :):)...
yo creo que Bjork tiene mas para dar y para seguir concibiendo sonidos nuevos
Que cosa tan curiosa lo que haz dicho, genial que usea esa cancion para jugar con tus hijos, esa cancionsintetiza lo que esta feomena artista que puede pasar de la musica suave al grito jubiloso y a la cancion de cuna sin que el sonido se vea impostado, suerte y saludos desde esta tu fiesta.
Pepao
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