sábado, septiembre 15, 2007

...Y SE HIZO LA VIDA

Ya es oficial: una pequeña personita me ha atíado (¡pásame la Manti!). Desde el jueves que ando estrenandome en calidad de tío y me gusta el título; es más, diría que hasta me sienta bien. No había tenido tiempo de postear algo al respecto por lo copado de estos días pero ahora sí me presto a dar rienda suelta a lo que mejor se hacer: el cotilleo... que diga, soltar palabras, burradas y palabrotas. Vaya a por las botanas y acomódese bien a su asiento que no será un post corto, evidentemente hay mucho pan que rebanar.

Cancelado provisionalmente el baby-shower y con la familia de mi cuñadita de duelo, se esperaba que su último mes de embarazo transcurra con la mayor tranquilidad emocional posible; pero cosas de la vida, calma fué lo que menos reinó en lo que quedaba de gestación.
Durante una de las visitas del control ginecológico, Silvana, la futura mamá le expreso algunas dolorosas incomodidades al llevar la güatita; el médico, en toda su sapiencia luego de evaluarla le dijo que "no tenía nada, que vaya con dios". De seguro habrá pensado que estas hijitas (y aprendices) de mamá que se echan a llorar como críos ante el menor dolorcillo lo que en verdad necesita es un Xanax. Pero no convenció a nadie ya que ese mismo día tanto la flaca como su flaco (o sea, mi hermano) ya estaban en sala de espera de una segunda opinión con una doctora de registro impecable, que sabe lo que es parir una sandía por el orificio donde usualmente entraría solo un limón (disculpe la sutileza, me pongo medio bruto a veces). Gracias a los artilugios de las tías (estas vez el adjetivo "tía" si hace referencia a una mujer madurita, entrada en años, choclona a cabalidad) y mucha influencia social, se consiguió una cita con la solicitadísima doctora, quien tiene su consulta en una clínica diferente a la que mi cuñada se había hecho el seguimiento íntegro de su gestación.

Por lo que me contaron, vasto solo una mirada a la pancita para que la experimentada médico detectará una rara estrechez pélvica en Silvana, luego de revisarla al detalle y hacerle algunos exámenes exhaustivos le dijo algo a los futuros padres algo que los dejó lelos: "Es imposible que tengas un parto natural, vamos a programar tu cesárea dentro de diez días". En cristiano, lo que ocurrió fué que esa rara estrechez a nivel de las caderas impediría que la bebé salga de manera natural por el canal de parto, pudiendo provocar inclusive una deformación craneal si esto sucedía. Entonces, había que evitar a como de lugar que Silvana complete los nueve meses de gestación y entre en trabajo de parto, y debido a esta rara estrechez se producían los dolores que tanto la aquejaban pues el feto ya no tenía espacio para seguir creciendo, luego de más exámenes, se determinó que ya estaba culminada su formación y que sería seguro practicarle cuanto antes una cesarea. Y esa noticia les cogió con tres semanas de anticipación a lo programado por el médico de la otra clínica. Evidentemente ese mismo día mi cuñada dejó el seguimiento en dicho lugar, se puso en las manos de esta doctora y se acogió a los servicios que ofrecía este establecimiento médico. ¿Y el otro doctor? Que le den...

Los siguientes diez días se sucedieron de manera rápida, se ultimaron los detalles que faltaban a contrareloj y el pasado miercoles tanto Silvana como mi hermano (en calidad de infiltrado) se quedaron internos en la clínica para la cesarea programada para la primera hora del jueves. Al menos se veían tranquilos, y eso es más de lo que se podría esperar luego de lo atolondrado de los días previos. Mientras tanto, nosotros nos reunimos en la casa de mi viejo, donde este se comía las uñas como si estuviera viendo uno de los mejores capítulos de "Simplemente María", Sabrina (la bruja adolescente... jeje) estuvo pendiente de las emociones del viejo, preparando el café y metiéndole cachetada cada vez que se emocionaba demasiado; y yo, pues normalón nomás, luego de ver la ostentosa "suite" en donde se alojarían los futuros padres (toda una extravagancia la de estas clínicas) pensé que lo demás sería un juego de niños, aunque el futuro abuelo si me preocupaba estaba demasiado muñequeado (¡contrólate hombre!)... ¿y la familia de ella? Concentrándose en su casa, no sé los detalles y tampoco nos interesa demasiado. Ambas familias nos reuniríamos en la clínica a las 5:30 de la mañana provistos de cámaras fotográficas, filmadoras y celulares para perpetuar los momentos Kodak... mismo turista asiático.

Luego de la tertulia nocturna con mi pequeña familia me acomodé a mi asiento frente a la TV para una maratón de peliculas que acababa de adquirir esa tarde en el bazar suelo: "Saint Ange" (terror a la francesa... oui, ¡horror!, oui), "Children of men" (aquella con Clive Owen, todo un espectaculo para los sentidos), "Das leben der anderen" (La vida de los otros: mejor peli, mejor actor y mejor guión de la academia europea en el 2006 y de yapa el Oscar 2007 a la mejor peli extranjera) y "28 weeks later" (la apocalíptica continuación de 28 days later, terror y algo de gore británíco no apto para estomagos sensibles). Mi idea era quedarme de boleto esa noche y así evitar la jodida idea que me despertarán a medio sueño y estar hecho un ogro furioso todo el día. Lamentablemente, haciendo zapping luego de ver 28 weeks later (interesante y claustrofóbica) encontré una de esas joyitas televisivas que raramente son promocionadas como es debido en la alicaída programación de madrugada de un canal local: "Angels in America", sí aquella mini serie de HBO que ya había visto y me había encantado (tanto que tengo la imagen de la "angelical" y evocadora Emma Thompson descendiendo del cielo como salvapantallas de mi PC, de antología. Imposible resistirme a todo un delicatessen visual, así que me enganché a esta compleja historia de un grupo de neoyorquinos sin vínculos aparentes en la década de los 80´s cuyas vidas se ven afectadas por los primeros tiempos del Sida, la lucha con los fantasmas del pasado, la política represiva de entonces y un impresionante mundo interior de fantasía a manera de válvula de escape frente a la sensación de los hombres tanto como de los ángeles ante el abandono de dios. Una historia extraña pero super vigente en la actualidad que te acerca de manera fidedigna a los matices de nuestra humanidad antes del apolípsis. Más que recomendable.

Luego intenté proseguir la jornada con la peli francesa pero fué demasiado para mi cuerpito de mosquito y me quedé jato en el sofá, soñando con mis propios ángeles. Grave error porque me daría más pereza para despertarme y más aún, para meterme a la ducha a esas horas en que todavía reinaba la oscuridad. Y como que no fuí el único, pues a todos se nos pegaron las sábanas y como consecuencia llegamos más que tarde a la clínica, tan tarde que Silvana ya había entrado al quirófano y a mi hermano lo estaban preparando para que ingrese en el momento exacto que estuvieran extranyendo a la bebé. Evidentemente, luego nos cayó una guapeada de esas de parte de mi hermano. En contraparte, la familia de Silvana si llegó convenientemente a tiempo. Se esperaba que la operación finalice alrededor de las 9 am. pero media hora antes nos informaron que ya había terminado todo de manera satisfactoria y que podíamos acercarnos hacia la "sala de exhibición" en donde conoceríamos a la culpable de tanto alboroto. Así, luego de correr casi en estampida nos apostamos del otro lado del cristal con todos los artilugios tecnológicos habidos y por haber para inmortalizar el momento (acoto que es el primer bebé de la camada de hijos de esta parte de mi familia -o sea, de la materna- y es el tercer bebé por el lado de la familia de Silvana).
Acto seguido se encendió un letrerito sobre el cristal que decía: "¡Es una niña!" y corrieron la cortina que dejaba ver a Romina, la nueva integrante del clan. Faltan palabras para describir la euforia y sensación del momento pero es suficiente con contarles que fué amor a primera vista, un flechazo de sentimentalismo cursi que quedó reflejado en las expresiones de todos los que ahí nos encontrábamos presentes (entre abuelos, tíos, primos y figurantes en general), todos babearon tanto que opacarían al mismísimo alien. Que tal momento, realmente para el recuerdo.
Es por demás sabido mi especial animadversión por todos los criters por igual (criter: cachorro humano en etapa de crecimiento, según mi jergario de bolsillo), pero con Romina fué diferente. Un estallido que me provocaba otro tipo de sensaciones y eso si que fué algo que no me esperaba, pero como dice mi viejo: "la sangre llama".
Romina es una belleza en el sentido estricto de la palabra y no es que yo lo diga... bueno, un poco de eso en realidad. Lo que mas voy a recordar de sus primeros minutos de vida serán sus estirones, se estiraba como atleta haciendo calentamiento para correr los 100 metros planos, como explorando por primera vez tanto espacio como nunca tuvo, y es que dentro de la güata de su mamá, que no dudo debió haber sido muy cómodo pero si había algo que necesitaba era espacio para moverse a sus anchas y fué lo primero que hizo al llegar a este mundo... meterse una estirona como gatito roñoso que se acaba de despertar. Luego de varios minutos acabó el show hasta dentro de un par de horas cuando ya podríamos disfrutar de ella en la habitación con los orgullosísimos padres. Eso nos dió tiempo de llamar a informar las buenas nuevas, de desayunar en la cafetería y de hacer un poco de tertulia, en donde todos presumían haber sacado la mejor fotografía o haber tenido el temple necesario para que el video no se salga del encuadre en ningún momento.
Por mi parte, llamé a medio Lima para cotillear detalles y coordinar las visita que empezarían a sucederse desde ese momento y hasta el cierre de este post no terminan.
Cuando al fin pudimos reunirnos todos en la habitación empezó el verdadero show, sí es cierto eso que un recién nacido trae alegría y esperanza (no se como explicarlo, pero casi se podía oler en el aire), te hace olvidar la mala noche, los trajines de los días previos y la tristeza de haber perdido una abuela (en el caso de la familia de Silvana). Todo se impregna de aroma a bebé y miradas tiernas de los acartonados adultos que en ese momento darían todo para ver feliz a ese angelito caído del cielo.
Recién al segundo día abrió los ojitos y que ojos para bellos, empezaron a recorrer e inspeccionar el lugar en donde se encontraba, quizas tratando de ponerle un rostro a ciertas voces que desde meses atras le empezaron a sonar tan familiares pero que carecían de rostro. Fué ahí también cuando todos empezamos a reconocer algo de nosotros mismos o nuestras familias en esta nueva criaturita: tiene los ojos de la madre, las entradas del cabello y los oyuelos en las mejillas de su padre, la nariz y los pies pequeños de la abuela materna, los dedos largos del abuelo paterno y una linda expresión en el rostro única, patentada e irrenplazable.
El día de hoy le dieron de alta a Silvana en la clínica y por fin pasaron a su casa como una verdadera familia, más fotos, más visitas y una tonelada de regalos precedió a su llegada. Otro mito que quedo comprobado: Todos los niños llegan a este mundo con el pan bajo el brazo, y aunque puede que no sea literalmente pan o riqueza material, hay algo innato que llega en cada nacimiento, montones de amor para ser derrochados y es que me sorprende la capacidad que tenemos las personas para prodigar este sentimiento ante la verdadera maravilla de esta vida. Un nacimiento siempre marca un hito ya que lo divide todo en un antes y un después. Ahora me pregunto como pudimos estar sin este pedacito de sol que parece contagiarlo todo a su alrededor, la verdadera baby sunshine. Desde ahora, motivo de mi inspiración.

11 Comments:

Blogger RacuRock said...

todos en coro: oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooohhhhh jejeje que tierno el tio.. pasu.. me imagino como estara el padre. bueno todo nacimiento es tierno.. y de seguro que esa ternura que inyecta el bebe eb sus vidas seguira por varios anios... yo ya pase por ahi como padre... y lo sigo pasando ya por ocho meses... uyuyuy... que rico no?... ser padre o tio o abuelo es rico. y soy yo el que lo digo.
suerte y buenas vibras a Romina... que por cierto es bonito el nombre tambien

El Gran RacuRock

11:31 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Felicitaciones por el nacimiento y tu recién estrenada condición de tio.

Ciertamente el nacimiento de un niño produce una sensación de bienestar, quizás por que es una manera de renovar la esperanza, una manera de perpetuarnos y un modo de acrecentar el amor que se tienen las parte, todo eso y mas.

Espero en algún momento ser capaz de experimentar tal emoción.

Nos leemos.

12:07 p.m.  
Blogger Dragón del 96 said...

Felicidades (ahora si) tío!!!

Tienes razón en muchas cosas, pero quieor recalcar la de como queremos a los niños. Uno no sabe lo que es querer a uno hasta que tienes uno que comparta tu sangre.

Muchas felicidades y buenos augurios para la nueva pareja de padres.

Slaudos.

1:28 p.m.  
Anonymous Anónimo said...



Felicidades Pao!!!!
es super bacan tener sobrinos, aunque lloren y te pidan propina pero son bellos!!!

:)

Oye por mas que me acomode bien se me adormecio el totorrete mientras leia jijijiji...



MUA!

2:11 a.m.  
Blogger Imberbe_Muchacho said...

Felicidades pues tío Pao!!! Muy bien ahí y me imagino el carrusel de emociones que habrán acompañado a tu familia durante todas esas horas. Pues ahora queda hacer que florezca esa nueva familia y se fortalezca mas y mas con la llegada de su pequeña.

11:07 a.m.  
Blogger El perro andaluz said...

Felicitaciones y a disfrutar tu "tíes", jaja.

2:41 p.m.  
Blogger MAR said...

Eres tan tierno y tan lindo en tus sentimientos, por eso te quiero tanto!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Mil besitos para ti pao.
mar que también le gustan los bebitos.

4:15 p.m.  
Blogger Cinder said...

muchas felicidades pao, es increíble la alegría q puede darnos el esperar con tantas ansias a un ser tan pequeño, recuerdo gracias a tu post la llegada de mi 1er sobrino fue alucinante, ya tiene 13 años y la alegría q sentí al verlo cruzar por la puerta en los brazos de su mami (mi hermana), es indescriptible, felicidades de nuevo y muchos besos a la pequeña!!!

11:20 a.m.  
Blogger Sofia said...

Felicitaciones tío! Que me he reído con tu post, mira que todo el alboroto, pero bueno, valía y valió la pena. Disfruta ahora de los regaloenos tio-sobrina, sobre todo ahora, en esta etapa tan linda de ella.

Muchos saludos, desde Santiago City.

10:22 a.m.  
Blogger RAHM said...

tío, tío!
entretenido relato, me acorde de cuando nacieron mis hijos y todo el alboroto que se genera en la familia y amigos, sigue disfrutando de la sobrina..

11:00 a.m.  
Blogger Jinekoloko said...

.
Y TÚ QUÉ OPINAS
de esto ???

...

4:41 p.m.  

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