SERIES PARA EL RECUERDO: "SEX AND THE CITY"

Lenon decía que Nueva York era la Roma de nuestros días. Pero tal como van las cosas, bien podría haber sido la Sodoma de nuestros tiempos. ¿Cómo es eso que ahora a las señoritas se les da por enamorarse del vibrador en forma de conejito? “Sex and the city” fue una de las series más emblemáticas de la cadena HBO –no es televisión, es HBO-, pero bien puede interpretarse como un reflejo dramático de lo que esta pasando en las sociedades llamadas modernas. Las mujeres han tomado la iniciativa en todo sentido y se han convertido de pronto en una especie autosuficiente por excelencia, en el mundo soñado de Bjork.

Independientes y exitosas, maduras pero sexualmente activas, solteras y además solventes. Las cuatro señoritas que departen en cada entrega de “Sex and the city” sobreviven también a sus tribulaciones y conflictos personales. Carry, Miranda, Charlotte y Samantha lejos están de encasillarse como indiferentes amantes de nuestra época, pues pese a toda su sofisticación, el romance les reserva algunas magulladuras.

Ellas pusieron en practica lo que el grupo “Ella baila sola”, solo se atrevió a sugerir con su canción “Amores de barra”, pues en esta realidad expuesta, las mujeres deciden ¿cómo?, ¿cuándo? y ¿con quien?; demostrando que ellas no solo toman la iniciativa en estos días en los que no se debe resaltar nuestras mismas posibilidades, sino que ellas llegan a mas y se atreven a cuestionar cualquier tabú urbano, aquellas dudas que siempre hemos tenido y que no sabíamos con certeza si la mujer lo intuía. Pero que tal error, pues en capítulos de cortos minutos ellas se encargan de desmentir cualquier banalidad sexista y/o machista que pase por nuestras cabezas. Acorde con estos tiempos, la serie muestra los avatares de estas féminas con ingeniosos diálogos, impecable puesta en escena y claro, el vestuario impresionante, que en la protagonista encuentra el icono necesario para demostrar que nada es imposible.

No en vano esta producción, creada por Darren Star –artífice de otros éxitos como Beverly Hills 90210 y Melrose Place- cosecho en los años que duro su emoción varios galardones a la mejor comedia y a la mejor actriz para su protagonista (Sarah Jessica Parker). Con un reparto muy acertado y fácil de identificarse –para las mujeres, claro- entre las que incluía a Kim Catral, aquella jovencita que a mediados de los ochentas protagonizo el filme “Maniquí”, interpreta a Samantha, la más apetecible del grupo. Kristin Davis, concurrente asidua a series como “Melrose Place” y “Seinfeld”, encarna a la inocente Charlotte. Cynthia Nixon, recorrida actriz de cine, teatro y televisión, se convierte en la parca y entrañable Miranda. Chris Noth es el varón domado por Carry Bradshaw, la efectiva columnista de un diario en Manhattan y personaje estelar de la comedia, asignado a Sarah Jessica Parker.

Sin embargo, el éxito de la producción se debió a otras razones. Aunque la idea original nació en la novela epónima de Candance Bushnell, además que la mayoría de capítulos fueron dirigidos por mujeres provenientes del cine independientes. Lograron darle un aire fresco y nunca antes visto a la serie.
En tanto que Sarah Jessica Parker esta a cargo de uno de los roles femeninos más desatados de los últimos tiempos. Y es que si de algo se enorgullece esta realización es de hablar y preguntar de sexo sin pudor alguno. De los vibradores se pasa y se cuestiona a los amantes furtivos, los juguetes eróticos, el Viagra, la eyaculacion precoz. ¿Vida silenciosa? Al menos, desde la perspectiva de las cuatro portentosas protagonistas de la serie, no lo parece. Después de poner al Macho Man en peligro de extinción, “Sex and the city” se dedica a retratar el nuevo orden que gobierna al mundo. ¡Ay mamacita!.