CRUZANDO EL CHARCO

El día de hoy mi amigo Neto esta tomando un vuelo que lo llevara a la bellísima ciudad de Barcelona en España, con motivo de una optimización profesional que lo mantendrá alejado del país por algunos años, supongo que hará algunas visitas esporádicas de cuando en cuando; pero aun así, es motivo suficiente para echarlo de menos y escribir estas líneas.

Alguna vez me dijo que no quería perderse la experiencia de vivir solo en una ciudad extranjera, así que era evidente que no desperdiciaría esta oportunidad, entonces me parecía lejano el mes de septiembre para cuando tenia programado el viaje, en España el semestre académico inicia en septiembre. Pero el tiempo castigador no perdono, llegó y hoy esta cruzando el atlántico. Lamentablemente no pude despedirme apropiadamente (al menos como había planeado: con juerga) debido a malos entendidos amicales que tuve que solucionar el día de ayer para no tener que lamentarme de nada cuando él ya no este en la ciudad. Por suerte este amigo no es nada rencoroso y acepto mis palabras con el buen humor que lo ha caracterizado, justo a tiempo porque un día mas y no habría podido solucionar esto como es debido.

Lo que más aprecio de esta persona son sus oídos porque indirectamente le he obligado a escucharme y hacerle de psicólogo improvisado ya que siempre ando contandole mis triunfos, decepciones, problemas y dilemas; obteniendo a cambio consejos desinteresados que ayudan en mi andar. Tambien agradezco la paciencia que me ha tenido porque puedo llegar a ser algo jodido de soplar (o sea, de aguantar, ¿manyan?). Bueno eso dicen, yo solo transcribo.

Mi amigo Neto es una de aquellas personas -como yo, modestia aparte claro- que hacen la vida mas divertida y le agradezco la cruda sinceridad con la que me trataba de orientar, consejos sazonados de buen humor y buena intención que hicieron de mi una mejor persona.

¡ZOOFIESTA!