JUEGOS DE ADULTOS: EL POCO CONOCIDO JUEGO DE ROL
Rol, del francés role, papel. Interpretar un papel... ¿en un juego?, ¿qué tipo de juego?
Conocí el rol como la mayoría: descansando bajo la sombra de los árboles en mi primer año de universidad, casi dormitando alcance a escuchar una conversación entre dos extraños, hablaban de manera incoherente y confusa, sobre aventuras, peleas viscerales, magia hechicera, eras mitológicas perdidas, laberintos mortales, peligrosos dragones y jugosas recompensas.
- ¿De que están hablando?, pregunte.
Me miraron con recelo, se miraron y volvieron a mirarme, empezaron a explicarme. Pero, ¿cómo es posible que alrededor de una mesa puedas imaginar cosas que no están ocurriendo y que además te diviertas?, ¿y solo tirando unos extraños –y vistosos- dados poliédricos?
Aquellos desconocidos percibieron interés en mi y me explicaron con mas detalle de que se trataba todo.
El tema en mención era el mítico Calabozos y Dragones (Advance Dungeon & Dragon ó AD&D), uno de los muchos sistemas de rol para jugar.
Es un juego poco común, en el cual uno no juega en contra de los otros participantes, sino coopera en un grupo, ¿pero cooperar en que?
El universo de AD&D es fantástico mitológico, incluye con facilidad la convivencia con elfos, hobbits, orcos, semi humanos, duendes y otras razas interactuando entre sí. Para jugar uno debe crear un personaje, dotarlo de características y debilidades, crearle un pasado y empezar a interpretarlo en el juego, junto a otros personajes como él pero muy diferentes a la vez. En este tipo de juego uno coopera con sus compañeros de aventuras en historias complejas llenas de lucha, misterio, magia y lógica que puede durar sin problemas días, semanas e incluso meses de campaña en una sola historia, según la complejidad de la historia y el rumbo que uno toma dentro de ella.
El juego lo guía una persona llamada Master (maestro), conocedor de este tipo de sistema que se encarga de dirigir a los jugadores en la aventura y moderar la misma, porque ellos mismos van resolviendo sus problemas según su habilidad y voluntad, según la suerte de los dados; por lo que el master solo es un guía conocedor de todo el mundo en el que ellos transitan y que les hará la historia difícil para que no puedan conseguir sus objetivos tan fácilmente.
La explicación me pareció una reverenda estupidez hasta que me comentaron:
- “Vas a entenderlo cuando lo juegues”
Comprendí a medias lo que me explicaban e inmediatamente me pareció interesante y para cuando fui invitado a probar el juego y comprenderlo en “vivo” por mí mismo, no lo dude ni un instante. Había hecho nuevos amigos.
Mi iniciación en el juego fue espectacular, sobretodo por mi sorpresiva capacidad de imaginación. Aunque me pareció raro hablar en primera persona (“logro abrir el viejo y mohoso cofre y veo su contenido: ¡Diablos, es una trampa!”) , en lugar del típico juego común (“mi personaje hace tal cosa y dice aquello...”).
Logre una conjunción con las sensaciones de mi personaje a tal punto que sentía taquicardia en las los enfrentamientos y miedo en las situaciones de suspenso, durante las emboscadas mi corazón galopaba tanto como el de mi personaje y mojaba los dados con el sudor helado de las manos en cada estocada de espada o cuando me protegía con mi escudo, mientras tenia la cara toda roja como cuando estoy en dificultades en la vida real. Cuándo paso el peligro desahogue mis pulmones con un sonoro ¡Puff!, mientras miraba mis dedos dejar de temblar.
Pero, ¿cómo puede ser que alguien se involucre tanto con una ficción tan lejana a la realidad?
A eso se le llama precisamente “rolear” tu personaje; tu decides lo que hace tu personaje, lo vives, lo vez adquirir mas experiencia o sabiduría, hacerse mas fuerte, te da nostalgia cuando es herido gravemente, sientes impotencia cuando toma una mala decisión o muere en batalla.
La mala fama del juego surgió de este detalle, del frágil hilo que separa la realidad de la ficción a tal punto que alguien pueda sufrir trastornos de personalidad con los de “tu” personaje; por supuesto que todo esto no es mas que un mito pero tiene parte de cierto, no por nada se advierte que este tipo de juegos no llegue a manos de niños capaces de enviciarse fácilmente y pierdan la noción de lo autentico; sobretodo con juegos complejos como el macabro “Paranoia” que involucra una docena de participantes dentro de un futuro post nuclear en decadencia gobernado por el comunismo, con mutantes entre nosotros e inteligencia artificial.
Yo me inicie y envicie en este juego de rol hace un par de años y por un buen tiempo, de paso, arrastre a mi grupo de amigos al juego a tal punto que nos compramos nuestro propio equipo y dados, para jugarlo emancipándonos de mis ocasionales amigos y propagando el juego, pero claro, con la ayuda y experiencia de un master curtido. Luego pasaría la etapa de furor, dejando al juego de lado y lo cambiamos por los dramas reales de cada día.
Una cosa muy importante dentro de mi experiencia en el juego es que si bien esto no pretende ser educativo, uno puede cosechar experiencia de manera indirecta, a mí me paso, y aprendí con esta anécdota mucho sobre la avaricia:
Una vez dentro de una campaña larguísima mis compañeros de aventuras y yo, estábamos muy débiles y mal alimentados a las afueras de un pueblo, caminado entre las faldas de una colina y un pestilente río, cuando recibimos una emboscada de orcos debido a que merodeamos muy cerca de su guarida, y si bien estos roñosos bichos nos duplicaban en numero, muy valientes nosotros le dimos batalla. Pero los apestosos esos tenían mejores armas y empezamos a sufrir bajas en nuestro equipo, nosotros emprendimos la huido pero nos seguían dispuestos a acabar con nuestras vidas; así que decidimos dar la lucha final y enfrentamos con lo ultimo de nuestras fuerzas pero con mucha valentía, fue una batalla dura pero pudimos con ellos, el pequeño detalle era que encontré a todos mis compañeros caídos, fui el único sobreviviente y no me quedaba mas que huir derrotado. Pero decidí hacerme de un suculento botín que pude capturar fácilmente en la morada de esos orcos apestosos, encontré un pequeño bote y acomode todo lo que pude en él, finalmente me hice al río pensando que al menos pude obtener algún beneficio, cuando el bote empezó a hundirse debido al peso y rápidamente me fui a lo profundo con todo el botín y morí trágicamente ahogado porque no sabia nadar muy bien.
Conocí el rol como la mayoría: descansando bajo la sombra de los árboles en mi primer año de universidad, casi dormitando alcance a escuchar una conversación entre dos extraños, hablaban de manera incoherente y confusa, sobre aventuras, peleas viscerales, magia hechicera, eras mitológicas perdidas, laberintos mortales, peligrosos dragones y jugosas recompensas.
- ¿De que están hablando?, pregunte.
Me miraron con recelo, se miraron y volvieron a mirarme, empezaron a explicarme. Pero, ¿cómo es posible que alrededor de una mesa puedas imaginar cosas que no están ocurriendo y que además te diviertas?, ¿y solo tirando unos extraños –y vistosos- dados poliédricos?
Aquellos desconocidos percibieron interés en mi y me explicaron con mas detalle de que se trataba todo.
El tema en mención era el mítico Calabozos y Dragones (Advance Dungeon & Dragon ó AD&D), uno de los muchos sistemas de rol para jugar.
Es un juego poco común, en el cual uno no juega en contra de los otros participantes, sino coopera en un grupo, ¿pero cooperar en que?
El universo de AD&D es fantástico mitológico, incluye con facilidad la convivencia con elfos, hobbits, orcos, semi humanos, duendes y otras razas interactuando entre sí. Para jugar uno debe crear un personaje, dotarlo de características y debilidades, crearle un pasado y empezar a interpretarlo en el juego, junto a otros personajes como él pero muy diferentes a la vez. En este tipo de juego uno coopera con sus compañeros de aventuras en historias complejas llenas de lucha, misterio, magia y lógica que puede durar sin problemas días, semanas e incluso meses de campaña en una sola historia, según la complejidad de la historia y el rumbo que uno toma dentro de ella.
El juego lo guía una persona llamada Master (maestro), conocedor de este tipo de sistema que se encarga de dirigir a los jugadores en la aventura y moderar la misma, porque ellos mismos van resolviendo sus problemas según su habilidad y voluntad, según la suerte de los dados; por lo que el master solo es un guía conocedor de todo el mundo en el que ellos transitan y que les hará la historia difícil para que no puedan conseguir sus objetivos tan fácilmente.
La explicación me pareció una reverenda estupidez hasta que me comentaron:
- “Vas a entenderlo cuando lo juegues”
Comprendí a medias lo que me explicaban e inmediatamente me pareció interesante y para cuando fui invitado a probar el juego y comprenderlo en “vivo” por mí mismo, no lo dude ni un instante. Había hecho nuevos amigos.
Mi iniciación en el juego fue espectacular, sobretodo por mi sorpresiva capacidad de imaginación. Aunque me pareció raro hablar en primera persona (“logro abrir el viejo y mohoso cofre y veo su contenido: ¡Diablos, es una trampa!”) , en lugar del típico juego común (“mi personaje hace tal cosa y dice aquello...”).
Logre una conjunción con las sensaciones de mi personaje a tal punto que sentía taquicardia en las los enfrentamientos y miedo en las situaciones de suspenso, durante las emboscadas mi corazón galopaba tanto como el de mi personaje y mojaba los dados con el sudor helado de las manos en cada estocada de espada o cuando me protegía con mi escudo, mientras tenia la cara toda roja como cuando estoy en dificultades en la vida real. Cuándo paso el peligro desahogue mis pulmones con un sonoro ¡Puff!, mientras miraba mis dedos dejar de temblar.
Pero, ¿cómo puede ser que alguien se involucre tanto con una ficción tan lejana a la realidad?
A eso se le llama precisamente “rolear” tu personaje; tu decides lo que hace tu personaje, lo vives, lo vez adquirir mas experiencia o sabiduría, hacerse mas fuerte, te da nostalgia cuando es herido gravemente, sientes impotencia cuando toma una mala decisión o muere en batalla.
La mala fama del juego surgió de este detalle, del frágil hilo que separa la realidad de la ficción a tal punto que alguien pueda sufrir trastornos de personalidad con los de “tu” personaje; por supuesto que todo esto no es mas que un mito pero tiene parte de cierto, no por nada se advierte que este tipo de juegos no llegue a manos de niños capaces de enviciarse fácilmente y pierdan la noción de lo autentico; sobretodo con juegos complejos como el macabro “Paranoia” que involucra una docena de participantes dentro de un futuro post nuclear en decadencia gobernado por el comunismo, con mutantes entre nosotros e inteligencia artificial.
Yo me inicie y envicie en este juego de rol hace un par de años y por un buen tiempo, de paso, arrastre a mi grupo de amigos al juego a tal punto que nos compramos nuestro propio equipo y dados, para jugarlo emancipándonos de mis ocasionales amigos y propagando el juego, pero claro, con la ayuda y experiencia de un master curtido. Luego pasaría la etapa de furor, dejando al juego de lado y lo cambiamos por los dramas reales de cada día.
Una cosa muy importante dentro de mi experiencia en el juego es que si bien esto no pretende ser educativo, uno puede cosechar experiencia de manera indirecta, a mí me paso, y aprendí con esta anécdota mucho sobre la avaricia:
Una vez dentro de una campaña larguísima mis compañeros de aventuras y yo, estábamos muy débiles y mal alimentados a las afueras de un pueblo, caminado entre las faldas de una colina y un pestilente río, cuando recibimos una emboscada de orcos debido a que merodeamos muy cerca de su guarida, y si bien estos roñosos bichos nos duplicaban en numero, muy valientes nosotros le dimos batalla. Pero los apestosos esos tenían mejores armas y empezamos a sufrir bajas en nuestro equipo, nosotros emprendimos la huido pero nos seguían dispuestos a acabar con nuestras vidas; así que decidimos dar la lucha final y enfrentamos con lo ultimo de nuestras fuerzas pero con mucha valentía, fue una batalla dura pero pudimos con ellos, el pequeño detalle era que encontré a todos mis compañeros caídos, fui el único sobreviviente y no me quedaba mas que huir derrotado. Pero decidí hacerme de un suculento botín que pude capturar fácilmente en la morada de esos orcos apestosos, encontré un pequeño bote y acomode todo lo que pude en él, finalmente me hice al río pensando que al menos pude obtener algún beneficio, cuando el bote empezó a hundirse debido al peso y rápidamente me fui a lo profundo con todo el botín y morí trágicamente ahogado porque no sabia nadar muy bien.
Lección de supervivencia: “No arriesgar la vida en un maltrecho bote por unas monedas, armaduras y armas, mas aun si no sé nadar"
7 Comments:
Las veces que me invitaron a jugar rol mis invitadores se arrepintieron de haber cometido tal "atrocidad".
Demasiado inquieto para un juego de tantas horas.
A la media hora ya estaba moviendome de lado a lado sin poner atención al juego.
Mis saludos festivos, ya que en Chile estamos de fiestas patrias.
Estamos en contacto.
Nunca pude jugar rol, las veces q me invitaron me aburrí a los 30 minutos.
Demasiado inquieto para un juego tan largo.
En fin, saludos mi buen, festivos por lo demás ya que acá empezamos a celebrar fiestas patrias.
Un abrazo
(2do comentario q publico en el mismo post, el otro no supe porque no salió)
¡¡Si salieron los dos comentarios!!
Que mal, eres poco de estarse quieto... porque no me explico como haz dejado un juego asi, inexplicable. En fin, cuestion de gustos.
Felices fiestas patrias alla, saludos de tus vecinos de sur.
Wow... me da un poco de susto este tipo de juegos... tal y como dices puede producir trastornos de personalidad.
Un avez conocí a un chico que se creía Cabllero del Zodiaco. Quizás no tenga nada que ver con el juego de rol, pero escucharlo decir con suma confianza que era él el que producía la escarcha en los pastos del parque por las mañanas era realmente tenebroso.
Una buena experiencia para ti, pero que a mi gusto no es muy llamativa.
La avaricia es mala cuando es demasiada... querer cosas para uno no es malo... pero no querer que quede nada para el resto es pésimo.
Un beso, chau
Lore
nunca he jugado, supongo que en el futuro cercano mis hijos me enseñaran como jugar
En el rol es algo raro de descibir por que no hay suficientes palabras para hacerlo, lo mejor es jugarlo y una vez q lo has hecho te enamoras de el, a veces podras morir pero con esta muerte tu personaje y tu seran algo mas que heroes, esperemos que este arte de jugar perdure por muchas generaciones
....se que es tarde para comentar, pero aqui ando......aunque soy aficionada a los juegos de mesa, nunca he tenido la oportunidad de jugar alguno de este tipo, pero siempre me ha llamado la atención porque me involucro facilmente, es una combinación de imaginación y pasión.....un amigo es aficionado de uno similar llamado Warhammer, pero ellos se reunen anualmente, como una especie de cita secreta, como festival, creo ja.....
.....y acerca de tu ambición, entre mas adquieras, mas arriesgas, pero cuando pierdes, el pago es mayor, en este caso, tu vida por unos miserables objetos.
..saludos desde Mexico, BC
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