EL ARTE DE DECIR QUE NO... ¿O QUIZAS DECIR SI?

Tentaciones, casi todos nosotros hemos tenidos memorables episodios en donde la duda se ha convertido en el protagonista de nuestros impulsos y en donde la dualidad moral de nuestros actos nos pueden atormentar durante mucho tiempo, siempre preguntándonos sobre el desenlace que podríamos haber originado con una simple respuesta.
Me refiero a esas ofertas deshonestas camufladas como coqueteos indiscretos que despiertan en nosotros la desconfianza de nuestros actos, el recelo en nuestras palabras ya que no siempre el desenlace es el que secretamente deseamos pudiendo ser el que podríamos considerar correcto, atendiendo a los llamados de nuestra siempre pacata conciencia.

Tentaciones carnales, sexuales, de una noche y punto ó de una noche y polvo, con tanta persona desconsiderada del romanticismo suelta por ahí todo es posible encontrarse en estas noches. Lo que es muy cierto es que la gente es más directa que nunca y va a lo suyo, ¿para qué perder tiempo en el galanteo o enamoramiento si en la cama no es como soñamos secretamente? Por eso, algunos se especializan en probar la mercadería antes de comprarla, y a veces sin dinero en el bolsillo porque ¿quien no ha tenido esos calores que solo pueden apagarse después de una maratónica sesión en la cama? Hay muchos motivos para pensar en el sexo antes que en una relación, por ello que las propuestas aquellas están a la orden del día.

¿Qué objetivo tiene este tipo de propuestas curiosas?
Claramente llevarte a la cama con una buena excusa, hay personas que no corren riesgos y para quienes los preámbulos de conocer a alguien es realmente una tediosa perdida de tiempo, van directo al grano. Se lanzan con preguntas que pueden dejarnos con la boca abierta o con mas de un rubor en el rostro (al menos en mi), depende de la pericia que tenga cada uno para reaccionar con soltura a este tipo de situaciones.

Algunos buscan “agarres” (emparejarse con una buena segunda opción sobre quien hay derechos para los besuqueos y caricias publicas), ir mas allá supondría un cambio, dejaría de ser un agarre para convertirse en un “vacilon” (en donde las licencias del tiempo te permiten hacer uso de todos los derechos que tendrías sobre una pareja normal). Algo menos que un agarre seria un beso espontáneo, una manoseada discreta; algo mas que un vacilon seria trampear (ponerle los cachos si ya tienes pareja) o “ser pan del pueblo” (ser una persona sin criterios de elección en donde cualquier oferta es recibida con agrado, siempre que esta persona este libre de compromiso alguno).

¿Qué dice la conciencia y la moral de cada uno?
Pues bien, uno es libre de usar su cuerpo como mejor le parezca, pero en casos de incidencia esta en juego la reputación, claro que hay algunos a quienes poco les importa esto y lo han convertido en un estilo de vida dada su situación social.

Yo no entiendo –por ejemplo-, como algunos miembros de mi grupo, compañeros de genero que necesariamente incluyan en la juerga del fin de semana el “agarre” hacia alguna incauta jovencita excedida en tragos, como parte del itinerario nocturno para considerar la noche, como una noche exitosa. De ahí, que las mujeres deben tener mas reparos al momento de beber en excesos, porque desde que el mundo es mundo los hombres buscan alguna posibilidad de ligue, sin caer en la generalización.

¿O sea, si no puedes levantarte a una flaca en esta salida nocturna, es esta noche un gasto innecesario de dinero en alcohol y diversión? Aunque suene crudo, esa es la mentalidad que tienen varios de mis amigos y sin necesidad de exponerlos, porque ellos saben y reconocen plenamente este pasatiempo de medio turno.

Mención aparte merecen las chicas que también están en estas ligas de pescar alguito a como de lugar, que las habrá y muchas, si consideramos que en estos tiempos de igualdad en donde no es políticamente correcto resaltar los atributos masculinos sobre los femeninos y viceversa. Desde hace mucho que ellas asumieron este cambio y no quieren cortarse ni quedarse fuera de esta delicioso bocadillo, un hombre –que nunca será fácil, sino, siempre estará con ganas- fácil de engatusar y llevar a la cama.

¿Siempre es bueno decir que no?
El dar una negativa necesariamente no va a calmar las dudas de nuestro interior, porque cuando habla nuestro cuerpo con deseo la conciencia debe cerrar la boca con inteligencia porque las palabras se convierten en susurros que no pueden ser oídos. Pero cuando la decisión ha sido tomada por más interesantes calores que uno sienta, causaran una reacción para calmar nuestro impulsos primarios.

¿Y porque decir que no?
Vamos, que ya tenemos cierta edad, lo suficientemente maduros para saber los riesgos que existen de estas aventuras de una sola noche y por mas que pensemos que nadie se enterara siempre el rumor se abre camino. Pero, si a pesar de esto nos sigue pareciendo atractiva la idea... ¿Por qué no? Total somos humanos y siempre podremos desligar nuestras culpas debido al instinto de poblar el mundo. Siempre merecemos un buen polvo por si acaso el día de mañana no estamos vivos y así irnos con una sonrisa coqueta en la cara. Recuerden siempre ser auténticos con nuestros impulsos y deseos para no traicionarnos involuntariamente, al mismo tiempo de privar a nuestros sentidos.

Como sea, por experiencia reciente y seguro que más de uno(a) tendría un par de consejos para compartir con los demás. Siempre escuchar a la conciencia y al cuerpo, sin darle preferencia a alguno sobre el otro; ambos siempre saben lo que es correcto y si le hacemos con razón, nunca terminaremos preguntándonos: ¿qué hubiera pasado sí... ? (como me ocurrió a mí) ó, por el contrario: ¿nunca debí haber... ? En fin, hay que aprender a reconocer una oferta curiosa en el preciso momento que lo necesitábamos de una simple calentura compartida y no hay nadie que nos pueda enseñar eso.