PAVO, DESEO MUNDANO

En mas de una ocasión he comentado sobre las costumbres alienadas que se practican en el Perú (aunque no es exclusividad de mi país), procedentes de otras partes del mundo. La navidad, para variar, también esta plagada de ajenas tradiciones que pese a disfrutarlas de la mejor manera, me hacen pensar sobre la influencia de otras culturas a lo largo del tiempo, a la vez que propician un rato de amena burla.

¿Por qué tomamos chocolate caliente en la cena navideña?
Si en esta parte del mundo estamos a finales de primavera e inicios del verano en medio de un clima casi tropical cuando el sol esplendoroso nos animas a andar más ligeros de ropa y librarnos de aquellos bochornosos sofocos bajo el sol, no entiendo porque tomamos de tan buena gana el chocolate caliente como si viviéramos en la región nórdica del planeta, en donde cualquier bebida que ayude a aumentar la temperatura corporal es bienvenida. Encima terminamos sudando (al menos es mi caso) mientras nos embutimos la cena navideña.
La solución ingenua sería tomar chicha de jora o chicha morada.
Solo para extranjeros: la jora es un tipo de maíz andino que se hierve en agua y se hace fermentar para soltar su contenido alcohólico y es muy popular en festividades de provincia. En tanto que la chicha morada se elabora del maíz morado, que es una especie mutagénica de maíz que crece solo en el Perú y se hierve en agua junto a canela, clavo de olor, piña y manzana; el resultado es una bebida libre de alcohol deliciosa de curioso color morado.

¿Por qué colocamos un pino artificial en casa?
Otra costumbre llegada de la lejana Suiza. Los pinos decorados con guirnaldas de colores son los que contagian el espíritu navideño dentro del hogar y es una tradición casi obligada, pero... ¿qué hace un pino sintético en casa, siendo adorado como el invitado de honor? ¿Nos recuerda lo lejos que están los bosques de la ciudad? ¿es una manera implícita de lucha contra la tala indiscriminada de árboles?
La respuesta es muy simple: como acá no podemos ir a comprar nuestro árbol recién cortado, como lo hacen los gringos de gringolandia; pues para nosotros la versión de plastico nos llega como premio consuelo.
La solución ingenua seria poner las guirnaldas en otro lado. En casa no se arma árbol navideño desde hace tantos años como los que tengo recuerdos y sé esta muy bien, aunque confieso que me gustan las luces de colores de esas que se colocan en los árboles en mención.

¿Por qué decoramos con nieve artificial?
En la ciudad de Lima no nieva, con las justas si caen copiosas garúas un par de veces al año y cuando eso sucede nos asustamos porque parecen que han baldeado la ciudad. Pero aun así, los copos de nieve falsa adornan árboles, techos, tiendas, y demás. Esta muy claro que la forma de celebrar navidad de los limeños viene de otros lares.

¿Por qué el pavo es el rey de la cena navideña?
Mas parece día de acción de gracias gringo que la navidad sudaca. Pues el pavo esta en su máxima expresión, es la época que más se consume pavo en el año y con mucha razón.
A mí me parece francamente desabrido, soso, insípido. Y me refiero a la carne del pavo y no a la manera en como se puede acostumbrar prepararlo. Suficiente una vez al año y me doy por bien servido y empachado.
Algunas familias suelen celebrar con cerdo o cordero pero en menor proporción que el bien intencionado pavo. Y como decía una propaganda de por acá: “En diciembre el pavo paga pato”, en donde se hace referencia en la enorme población de pavos que es diezmada para satisfacer las necesidades navideñas, salvándole el pescuezo al honrado pollo que es el ave que más se consume durante todo el año.


Como decía el profesor que me enseño sociología en la universidad: que son costumbres alienadas, impropias a nuestra realidad pero que igual se practican de buena gana y nadie se atreve a cuestionarlas.
Él sugería que para la cena navideña, nosotros los peruanos deberíamos beber chicha (excelente contra el calor) y comer cuy relleno (un poco difícil debido al tamaño del bicho este). ¿Un poco ingenuo no les parece?

Yo prefiero el sobrio sabor del jamon glaseado al del pavo relleno, las ensaladas por sobre todas las cosas, el chocolate cremoso (que a veces sustituyo por Inca Kola helada, aunque suene peculiar), muchas rebanadas de panetón (fruit cake) y una discretísima decoración navideña que en casa se traduce únicamente como un candelabro que le hace de centro de mesa del comedor en forma de árbol navideño. Total el espíritu festivo es lo que se lleva dentro.