Soy un cinéfilo consumado por el tiempo como muchos de mi generación, siempre respondiendo muy bien a esos estímulos visuales y emocionales al que una buena película te puede transportar por un corto periodo de tiempo pero que uno puede a voluntad prolongar mas de lo debido.
Es pues, el cine, uno de los artes mejores desarrollados con el banal propósito de entretener pero el que mejor se ha adaptado para más nobles objetivos. Con fecha de nacimiento del 22 de marzo de 1895, en Francia y bajo la mano creadora de Louis y Auguste, los hermanos Lumiere; nace este invento bautizado como el “cinematografo” sin imaginar que transformarían la vida de la población del mundo entero –y siento que le resto merito-, la de entonces y las generaciones venideras.
¿Quien puede quedarse impasible hacia las emociones que una película te puede transmitir? Aquí una pequeña muestras de películas que pasaron a mis recuerdos de manera muy emotiva y por diversos momentos.
Las escenas míticas, las que nunca olvidaré:
- El acorazado de Potemkin (1925) de Sergei Eisestein, peli en la que los marineros del acorazado en mencion soportan injustas condiciones de vida e inician toda una revolucion en Rusia. La escena de la escalera de Odessa es mítica, de seguro la han visto, con el coche de bebé cayendo por las escaleras; la escena fue "homenajeada" por "Los intocables" de Elliot Ness, seguro que esa si la recuerdan, pero la original es una escena fundamental de la historia del cine.
- Todo sobre mi madre (1999) de Pedro Almodóvar, la escena con el monólogo de la Agrado (Antonia San Juan) es una de esas lecciones que te enseña la vida. Divertida y emotiva, como la película.
- Fellini 8 1/2 (1963) de Federico Fellini, el sueño que recrea la escena del harén con todas las mujeres que pasaron por la vida del protagonista.
- Good Bye, Lenin (2003) de Wolfgang Becker, la realidad alemana luego de la caída del muro de Berlín a traves de la madre comatosa que mira como la estatua de Lenin, vuela por los aires y la mira.
- De aquí a la eternidad (1953) de Fred Zinnerman, aquel famoso beso en la playa de Deborah Kerr y Burt Lancaster, que momento.
- El perro andaluz (1929) de Luis Buñuel, la incomoda escena en que Buñuel afila una navaja de afeitar y luego atraviesa con ella el globo del ojo de Simone Mareuil, perturbadora escena.
Las que me hicieron moquear en cantidades industriales:
- Dancer in the dark (2000) de Lars Von Trier, imposible resistirse a la dura realidad de Bjork.
- Terms of enderment (1984) de James L. Brooks, excesivamente lacrimógena, si no lloras eres de piedra, de hecho.
- Big Fish (2003) de Tim Burton. Ese final con el recorrido de todos los personajes que marcaron en la vida del protagonista, conmovedor, ¡buah!.
El terror, que duda cabe, disfrutamos muchos de aquellas películas que nos hacen sudar frío y cerrar los ojos en mas de una ocasión. Como era de esperarse aquí tengo mas de una peli que me siguen cagando de miedo casi como la primera vez:
- El exorcista (1973) de William Friedkin, obra maestra del genero que hasta el día de hoy me provoca pesadillas. El papa de un amigo me contó que para su estreno en la cartelera comercial de entonces, la gente salía corriendo de los cines privadas de tanto horror. No tengo dudas de eso.
- Psicosis (1960) de Alfred Hitchcock, epitome de toda una generación y toda una lección para quienes no cortan el cordón umbilical.
Las mas perturbadoras, aquellas que dejaron ideas extrañas dando vuelta en mi cabeza.
- Muerte en Venecia (1971) de Luchino Visconti nos muestra la decrepitud del protagonista por un extraño y reprobable amor.
- The silence of the lambs (1991) de Jonathan Demme. La maldad concentrada en un personaje tan inteligente nos dice que todos tenemos algún demonio dentro.
- Happines (1998) de Todd Solondz, una mirada critica y perturbadora a la típica clase media de los suburbios de los Estados Unidos. Todos asustan con sus perversiones. Muy dura la peli.
Las amores inmortales, aquellos que solo suceden en las películas y nunca se asemejan a la realidad pero aun asi seguimos disfrutándolos.
- Bram Stoker´s Drácula (1992) de Francis Ford Coppola, joya visual que nos muestra el lado “humano” de Vlad Dracul y la búsqueda a traves de los siglos del amor verdadero. La escena con la vampirizada Sadie Frost corriendo en camisón por el jardín aun esta en mi retina.
- Casablanca (1942) de Michael Curtiz, hasta el día de hoy sigo esperando que Ilsa (Ingrid Bergman) no tome ese avión que la alejara para siempre de Rick (Humphrey Bogart).
- Yossi & Jagger (2002) de Eytan Fox, una peculiar y reflexiva película sobre el amor de dos soldados israelíes que vigilan la frontera con Líbano.
Las mujeres que hipnotizan a toda la platea masculina por su enigmático encanto. Nunca pasaran de moda. Tiemblen Jolie, Berry, Kidman y las demás, ya no hay espacio en el cielo.
- Gilda (1946) de Charles Vidor, como decía el eslogan de la época: “Nunca habrá una mujer como Gilda” y quienes vimos a Rita Hayworth agitando el cabello y haciendo un streeptease con unos guantes sabemos la razón. “Échale la culpa a mama por eso”.
- Instinc Basic (1992) de Paul Verhoeven, ese cruce de piernas de Sharon Stone le compro un lugar en el cielo. A pensar de lo que pueden pensar muchos, la escena sugiere mas de lo que enseña.
- La dolce vita (1960) de Federico Fellini, quienes la vieron deben reconocer que alguna vez soñaron con Anita Ekberg bañándose en la Fontana di Trevi, me incluyo.
- Belle de jour (1966) de Luis Buñuel, Catherine Deneuve, la mujer perfecta, el tiempo no ha hecho mella en ella. Solo algunas tienen el lujo de este honor.
- Desayuno con diamantes (1961) de Blake Edwards, de todas las películas de la bella fragilidad de Audrey Hepburn esta es mi favorita, definió todo un patrón para la época.
Las que no te dejan dormir porque te hacen reaccionar en el mundo que estamos viviendo y heredando a nuestros hijos.
- La delgada línea roja (1999) de Terrence Malick, “¿como hemos llegado a esto?”, una retrospectiva a la violencia que prolifera en nuestro mundo.
- Ladrón de bicicletas (1948) de Vittorio de Sica nos muestra una mirada ingenua y entrañable de Italia luego de la post guerra.
- Germania anno zero (1947) de Roberto Rossellini, la cruda y dura realidad de la Alemania de la post guerra, destruida por las fuerzas aliadas. La escena del niño matando a su abuelo y luego tirándose de un departamento en ruinas, me deja aun un nudo en la garganta.
Frases famosas que mas de uno debe recordar gracias a la cultura cinematográfica:
- Taxi Driver (1976) de Martín Scorsese, con la famosa frase: “¿Are you talking to me...?” que dice Robert de Niro frente al espejo.
- El ciudadano Kane (1941) de Orson Welles, cuando el moribundo William Hearst (Welles) menciona la indescifrable: “Roseboud”, solo hasta el final de la peli entendemos el entrañable significado.
- El resplandor (1980) de Stanley Kubrick, en donde el enloquecido Jack Nicholson rompe la puerta a hachazos y logra meter la cabeza para decir: “¡Here is Jhonny!”.
Que duda cabe, que vemos las películas como un medio de distracción y algunas de estas aun provocan risas como la primera vez:
- Cuando Harry conoció a Sally (1989) de Rob Reiner, que vacilon el orgasmo fingido en el restaurante por Meg Ryan.
- As good as it gets (1998) de James L. Brooks, todos los escenas en que aparece el torpe y neurótico Melvin Udall (Jack Nicholson), énfasis en la parte “road movie” acompañado por Helen Hunt y Greg Kinnear. Humor finísimo en una época en donde abunda la huachafería.
- Con faldas y a lo loco (1959) de Billy Wilder, es la comedia de las comedias, Tony Curtis y Jack Lemmon travestidos para conseguir trabajo y huir de unos gangsters. ¿Otra excusa? Sí, Marilyn Monroe. El final de antología. “Bueno, nadie es perfecto”.
Espero que les haya gustado esta pequeña selección, hay muchas tantas que se quedaron en el tintero por cuestiones de tiempo y si tienen sugerencias, comenten.